-Lo primero es aplaudir una decisión que no siempre se toma, informa La Voz de Galicia que el presidente del Marín Club de Fútbol, José Luis Blanco, decidió expulsar del equipo al jugador, asegurando que «mentres eu sexa o presidente non volverá vestir esta camiseta. No es habitual, ya que en casos parecidos, el Club del agresor toma el camino de la defensa a capa y espada de lo indefendible y se buscan mil excusas para rebajar el castigo. Una postura que poco dice de quienes la adoptan, pero desgraciadamente es un camino habitual y que poco ayuda a la lucha contra la violencia. Por esto es de agradecer una postura como la adoptada por José Luis Blanco. JUZGADO Y DENUNCIA ANTE LA SUBDELEGACIÓN DEL GOBIERNO
-La segunda medida es la que adopta el Colegio de Árbitros de Pontevedra, que a diferencia de algunos ejemplos conocidos, hace lo que se debe hacer y no siempre se hace. Algunos sabemos que incluso se tienen llegado a minimizar agresiones y aconsejar "tranquilidad" a colegiados en situaciones similares. ¿Los motivos?... esos que ellos saben y nosotros también. Pero poco se puede esperar de Delegaciones que tienen a agresores de árbitros con condena judicial, en la alineación titular de su Junta Directiva. Un colegiado agredido debe sentirse protegido y defendido por el Organismo al que pertenece y este tomar todas las medidas que estén en su mano para llegar lo mas lejos posible en defensa de uno de los suyos. Por esto también debemos reconocer la excelente reaccion y felicitar al colegio pontevedrés que no solo apoyará al colegiado en sus demandas judiciales sino que llevarán la denuncia a la Subdelegación del Gobierno denunciando "a través de los juzgados ordinarios y presentando una denuncia en la Subdelegación del Gobierno para que se le aplique la Ley del Deporte, que contempla penas muy duras que incluyen no poder acceder a recintos deportivos y elevadas multas económicas."