Desde los comienzos de la Masonería Especulativa moderna se consideró, aunque no siempre de manera explícita, que dicha institución estaba dirigida a todos los hombres de bien sin distinción de raza, de creencia o de religión.
Sin embargo, no es menos cierto que los negros de los Estados Unidos debieron hacer “Logia aparte” y constituir su propia Obediencia Masónica denominada Grand Lodge “Prince Hall”.
El historiador masónico norteamericano Albert G. Mackey relata la situación de los ciudadanos norteamericanos de origen negro y que deseaban ser iniciados como Franc-Masones de la manera siguiente: “Un negro de apellido Hall y de nombre Prince fue iniciado, al igual que otros trece negros, el 6 de Marzo de 1775 en una Logia Militar inglesa con guarnición en Boston (fecha anterior a la
Independencia americana). Una Carta regular fue otorgada en 1784 por la Gran Logia inglesa de los “Moderns” pero no llegó a buen puerto hasta 1787. La logia llevaba el nombre de “African Lodge” Nº 429 y tenía sede en Boston.
En 1813, fué borrada de la lista de logias pertenecientes a la Gran Logia de Inglaterra dado que el último registro de pago de sus capitaciones remontaba a 1797. En tanto, la Gran Logia de Massachussets nunca había consentido en reconocerla. Luego de la muerte de Hall, seguida de varios años de letargo, la Logia fue despertada en circunstancias poco conocidas y la Gran Logia de Inglaterra, advertida, no da ninguna respuesta. Desde entonces y a partir del 18 de Junio de 1827, se erige en Potencia Masónica autónoma y soberana pues tomó el nombre de Gran Logia de “Prince Hall” constituyéndose en Obediencia y desde esa fecha se expande otorgando Cartas a otras logias “negras” en territorio americano y luego a Canadá y a Liberia.
J.F.Ferro