El 25 de octubre salió a la luz el nuevo álbum de Neil Young & Crazy Horse, titulado Colorado. Se trata del primer disco con su vieja banda desde 2012, en el que publicó Americana y Psychedelic Pill. La formación que ha grabado el disco ha estado compuesta por Nils Lofgren (de la E Street Band) a la guitarra (sustituyendo a Poncho Sampedro), Ralph Molina a la batería y Billy Talbot al bajo, estos dos últimos fieles del canadiense. John Hanlon y Tío Neil han compartido la producción.
El disco me parece extraordinario, es de esos profundos que gana mucho con las escuchas, hay electricidad, rock en estado puro, tensión, temas largos, otros en su justa medida, pero creo que desde aquellos dos discos de 2012, el cuerpo nos pedía otro disco con los Caballo Loco y a este nivel. Esta última época con Promise of the Real magnífica, revitalizando a Tío Neil (los últimos cinco años) y sus discos en solitario le mantienen más vivo que nunca, pero con su vieja banda saca lo más eléctrico y eso siempre sabe bien. Pero hablamos de un trabajo con temas de una factura bárbara, y con un Neil Young brutal en cada momento del trabajo.
Los diez temas han sido grabados en Las Montañas Rocosas, huyendo de los incendios que asolan California y que destruyeron su casa de Malibú, algo que ha hecho resurgir con más fuerza si cabe su rabia ecologista, ya antigua en él.
Think of me, el tema que abre el álbum es de corte folk-country, en el que Neil está delicioso cantando, y que con los coros de sus compañeros alcanza unas cotas soberbias, gran canción para abrir el álbum. She showed me love incide en ese asunto ecologista y en la madre naturaleza, una pieza de trece minutos y medio, donde está todo lo que es este combo junto, amplis a todo volumen y rock en estado puro, por aquí hay recuerdos de Ragged Glory. Olden days es un tema de recuerdo a los que ya no están, la que fue su mujer Pegi y madre de sus hijos, además de Elliot Roberts su fiel representante, musicalmente un medio tiempo de buena factura, con el tema vocal muy cuidado. Y llega uno de los momentos cumbre, Help me lose my mind, donde la tensión se palpa desde los primeros acordes y esa descarga eléctrica que envuelve toda la pieza, hasta que caes completamente rendido ante ella. Green is blue es una de las canciones lentas y que me lleva al Tío Neil de los 70, siendo un tema rock está contenido, aunque muchas veces parece que va a explotar, ahí radica su grandeza.
Shut it down vuelve a el lado más rock y desatado, quizás el tema más duro del álbum con el estribillo cantado a coro y acompañando a Mr. Young, y con una dura crítica política, otra joya para la saca. Milky way fue el primer tema que conocí del disco, y realmente llevaba a confusión, una balada calmada que te hacía pensar que el disco sería todo en esa onda, pero situado en este momento del álbum, es un remanso de paz entendible. Eternity comienza con piano y es una gozada, Neil canta de vicio mientras la sección rítmica le acompaña y luego los coros, un tema de gran factura. Rainbow of Colors es una denuncia ante los supremacistas, y un canto de esperanza, otro buen tema. I do cierra el disco, otra balada para el final casi en plan nana nocturna, con Neil susurrándote al oído.
Nos encontramos ante un gran trabajo, de muy buen nivel, aunque no estamos hablando de un disco que puede considerarse obra maestra, si que tiene momentos muy buenos y recupera muchas sensaciones que se quedaron hace 7 años.Sirva esta entrada de homenaje a Neil Young que hoy cumple 74 años, y desde aquí le felicitamos.Os dejo con el tema Shut it down.