Qué puedo decir de Neil Young, quizás el músico o uno de los músicos que más admiro y al que éste año hemos rendido pleitesía de varias formas, con el Rust Fest en Frías con muchos grupos versioneando sus temas, con el concierto de Biarritz con sus Crazy Horse, realmente fantástico (se me agolpan los recuerdos rodeado de gente 10).Tío Neil refleja en toda su discografía, tanto en solitario como con Crazy Horse, su lucha sin cuartel en multitud de batallas, unas contra la droga y el alcohol, contra la neurosis que trae consigo la búsqueda y el ocaso del ser, contra el dolor por la muerte de amigos y la enfermedad de sus hijos (dos tienen parálisis cerebral y su tercera hija sufre de epilepsia como el mismo Young), combinando temas de gran énfasis social, con esa tradición folk rock y country, a veces con tonos acústicos, y cuando se junta con los caballo loco con riffs salvajes y furiosos de guitarra cuando se calza la funda "Peace Snake" al hombro y su Old Black (Gibson Les Paul Goldtop del 53) a la que adora.Larga vida al de Ontario, un músico al que ya conocía y rendía pleitesía, pero con el que éste año me he metido a fondo en descubrir lo que me quedaba y ha sido una pasada. Os dejo con un tema de Mirror Ball, aquel disco que hizo en 1995 con Pearl Jam, titulado I'm the ocean interpretado en Salzburgo (Austria) ese mismo año en vivo.