El álbum, cuarto de su discografía, se publicó en febrero de 1972 e incluye 10 pistas. Producido por el propio Neil Young junto a Elliot Mazer, Jack Nitzsche y Henry Lewy, fue grabado entre los “Quadrafonic Sound Studios” de Nashville, Royce Hall UCLA (California), “Barking Tow Hall” de Londres y los “Broken Arrow Studio” de Woodside (California). Especial atención prestaremos a la profundidad lírica de sus canciones, que abordan temáticas como las drogas, problemas sentimentales, las guerras o el racismo.
Una obligada referencia, merecen los músicos que participaron al lado de Neil Young (guitarra, armónica, voz y piano) para la realización del elepé: Tim Drummond (bajo), Jack Nitzsche (guitarra y piano), Ben Keith (guitarra pedal steel) y Kenny Buttrey (batería). Todos ellos, músicos de sesión pertenecientes a la formación “The Stray Gators”, que Neil Young reclutó para la ocasión.
Dentro del disco, nos encontraremos con clásicos como “Heart Of Gold” (Corazón de Oro), una balada acústica que consideramos extremadamente preciosista, con unos elegantes sonidos de armónica. “Old Man” es un hit que se convirtió en una de las canciones más identificables del bardo canadiense. “Alabama” es otra de las joyas del LP, de pegadizo estribillo y con pequeñas dosis de electricidad. La polémica que desató “Alabama” – dada su temática antirracista – molestó a los sureños de los EEUU, que le respondieron con el “Sweet Home Alabama”, de Lynyrd Skynyrd.
“There’s a World”, podría encajar perfectamente como banda sonora de cualquier película. “Harvest”, es la pista que da nombre al LP, y en dónde Neil Young nos muestra un bello folk rock con cierto ritmo country.
Así concluiremos este álbum, cortesía de un introvertido poeta llamado Neil Percival Young. En la actualidad y a sus 68 años, Neil Young sigue ofreciendo conciertos y representando a la perfección el espíritu inagotable del rock and roll.
Y creemos, que con Neil, el rock ha sido mucho más grande.