Nepal: El día en que entrevisté a una Diosa

Por Gialuxa @viajerasoy

Hace mucho tiempo leí un artículo sobre unas niñas diosas apodadas Kumaris que habitaban en Nepal… Hoy luego de seis años, y al encontrarme en Varanasi India (muy cerca de la frontera), recordé la historia y se la conté a la editora de la revista donde a veces público. No fue hasta el último día de mi meditación Vipassana que pude ver su respuesta, en donde no sólo se aprobaba el tema, sino que se me pedía por favor entrevistar a una ex diosa (esto debido a que las diosas en trono tienen absolutamente prohibido hablar con alguien, o pueden ser destituidas de su cargo).

Al cabo de dos días por supuesto ya estábamos con Mario en Nepal. Para llegar debimos tomar un tren desde Varanasi a Gorakhpur (la ciudad más deprimente y poco amable que recuerdo haber visto en toda mi vida), y desde allí tomar un bus hacia a la frontera, para luego viajar 17 horas entre bosques e infartantes quebradas con destino a Katmandú, la capital de Nepal, y donde se encontraba el palacio real de la diosa.

Por supuesto nada de esto me importó, tenía una misión, hubiera hecho lo que fuera por encontrar a Rashmila Shakya, la ex Kumari más famosa de todas. Una mujer que no sólo fue la diosa principal de los nepalíes durante ocho años, también escribió un libro, viajo a Estados unidos para ser entrevistada por la CNN, fue visitada por el presidente y el rey, participó en un documental premiado en Nueva York, y fue la primera de todas las ex diosas en estudiar una carrera profesional.

Desde Katmandú la mayoría de los turistas se dirige a los campamentos del Monte Everest o Buthan, y la mayor parte del día se escucha desde el interior de las tiendas el mantra budista Om Mani Padme Hum, Om Mani Padme Hum… Cuencos, sal del Tibet, chalecos de cachemira, show eróticos y delicias culinarias como los momos rellenos bañados en salsa picante son alguno de los atractivos de la ciudad…

Nos hospedamos en un hostal muy particular en el que a la hora que salieramos veíamos al dueño rodeado de amigotes, todos personajes muy graciosos que vivían con una sonrisa de oreja a oreja, y con los que pasada las ocho de la tarde se dedicaba a beber whisky y esperar la infaltable visita de las amiguitas, si hasta a Mario lo invitaban a sus partuzas, pero él se reía nomás.

A la Kumari no la encontré yo, la encontró Mario, quien a pesar se rió de mi cuando le dije que tenía la misión de viajar a Nepal para entrevistar una diosa, finalmente se transformó en el más emocionado y me llevó a buscarla hasta por debajo de las piedras.

A continuación les dejo un enlace al artículo completo publicado en Revista Caras Chile, espero que les guste, con mucho mucho cariño para ustedes:  Kumaris: Las niñas diosas de Nepal.