Nerón, así lo llamé por ser un tremendo perro mestizo de San Bernardo que llegó al camino hace algunos meses. Por su porte infringía temor hasta a las personas, menos a mí. Al comienzo era muy gruñón, por su carácter le gustaba demostrar su poder ante los demás perros abandonados que ya existían en el sector donde lo botaron. Cómo verán en este video mis primeros intentos de enseñanza fueron medios calamitosos, pero a pesar de sus locuras como niño infantil, fui logrando sociabilizarlo con cariño y paciencia. No se rían mucho de este video que fue el primero, tengan compasión de mí..jajaja.
Un día aprendí que a los niños hay que hablarles como payasos para que se entreguen aprender, que importan los empujones, los cabezazos que me dió...solo importa que detrás de un tremendo perro hay un corazón gigante que espera por amor.
Quizás lo botaron por lo mismo, o por que, por su gran tamaño comía mucho, defecaba mucho, orinaba mucho, ladraba mucho, quién sabe el por que habrá sido, al fin y al cabo se deshicieron de el, sin importar su sufrimiento obligado al abandono.
De tanto ir al camino, traté de demostrarle que el no mandaba, que el era el perro recién llegado, por lo tanto debía respetar a los demás por ser mas antiguos. Aquí no valía que Nerón tuviera un comportamiento difícil en una jauría ya establecida, vivía correteando a los demás, queriendo hacerse dueño de toda la comida que debía compartirse. Le enseñé que el no mandaba, a través de paciencia, lástima y caricias compartidas con los demás. De a poco fue entendiendo, dejaba que los otros se acercaran a comer en el mismo momento aunque de repente se le olvidaba y zas tarascón hacia el lado, motivo que asustaba a los demás. Para que dejara comer a sus compañeros, yo le hacía mas cariño en su cabeza, me detenía en enseñarle palabras que el iba aprendiendo como ser: Nerón siéntate, Nerón, hola…hasta que logró un día sentarse ante mí y darme su patita como señal de saludo. Desde ese día cada vez que me ve llegar corre a mi auto a encontrarme, se sienta ante mí y me saluda. Es el perro mas exquisito y querendón, como un verdadero niño que no supo ser bien educado. Quizás hasta lo podrían haber botado por querer protestar por su mala educación...jajaja.
Cierto domingo que subí por la tarde al camino, llega a saludarnos, lo noto extraño, algo tiene en su pelaje, de repente sacude su cabeza, y al hacerlo veo que salpica algo, era de noche, no podía darme cuenta de que se trataba, voy por la linterna y lo reviso.
Era peligroso exigirle mas de lo que ya habíamos hecho, exponiéndolo al atropello como suele suceder en el tiempo de nieve. Me vine a casa, solo pensaba en que podría ser lo que le habría sucedido.
Por la mañana del lunes, le cuento mi preocupación a una amiga perrera que comprende muy bien mis sentimientos hacia ellos, le explico lo acontecido, pero sola nada podría hacer. Nos ponemos de acuerdo con Susan para subir al camino. Por la tarde nos fuimos temprano con todo lo necesario para revisar la herida y ver por que sangraba.
Nerooooón...A mi primer grito con su nombre hacia los cerros, Nerón corre a encontrarnos, pobrecito, se ve adolorido. Lo preparamos para revisarlo, el está tan tranquilo y confiado en mis manos, que nada hace, todo lo contrario, se entrega como a sabiendas que es por su bien.
A medida que voy cortando su pelo, voy descubriendo pequeños tumores de piel inflamada. Es un proceso de trabajo lento, largo, angustiante y de pensar que le podría doler mas, entonces se me viene a la mente el lindo recuerdo de mi querida amiga la Dra. Claudia Aguilar, quién me enseñó a manejar la parte de tratamientos y curaciones en los perros con el fin de abaratar costos en mano de obra, haciéndolo yo. Nerón sigue tranquilo al cuidado de mi compañera, lo mantiene afirmado mientras yo le canto como en aquellos tiempos con Clau, leru, leru…los pollitos dicen…todo en son de canción de cuna, Susan se ríe, Nerón continúa tranquilo escuchando la cruel música que sale de mis labios. La sorpresa fue triste, escalofriante al descubrir que debajo de su piel había balines de plomo, horrible, con razón sangraba de tal manera, los balines habían perforado parte de la piel bajo la cabeza. Y pienso en voz alta.
Otra vez están volviendo los que matan a los perros con este tipo de armamentos. Ahí recuerdo que hace dos años aproximadamente en ese mismo sector, sucedió igual con la Vicky, a la cual la Dra. Claudia tuvo que ponerle puntos en su patita, logrando salvarla gracias a nuestros cuidados.
Nerón tenía en su cabeza tres balines, estaba vivo de milagro. Tal vez fue lo fortachón que se ve lo que lo salvó de morir.
Hoy Nerón ya está cicatrizado de sus heridas, es un perro grandulón con neuronas infantiles, es impresionante lo tierno y obediente que es hoy día.
De a poco ha sabido ganarse mi respeto, preocupación, cariño, y es por este motivo que quise compartir su historia para ver modo si encontramos a ese verdadero dueño que no debe saber que Nerón es el perro a quien espera.
Recordarles que es un perro mestizo San Bernardo y por ende de figura poderosa, altura proporcionada, complexión fuerte y musculosa en cada una de sus partes, con cabeza potente y demostrado a través de este video, ser un perro muy inteligente.
Si quieres adoptar a Nerón, solo te pido que te comuniques lo antes posible a esta página o a mi correo para ponernos de acuerdo. No te pido nada para que lo puedas adoptar, yo te lo presento, ahora de ti depende que nos colabores en darle una nueva oportunidad de tener un hogar verdadero donde lo respeten, y lo acepten tal cual es.
Gracias a todos los que colaboren en su adopción.
NO MAS ABANDONO DE PERROS.
Los perros del camino?... son todos aquellos que de una u otra manera estando perdidos o abandonados, Dios los pone en mi camino cuando paso...y algo me dice: tienes que detenerte, no puedes seguir...