Ayer llegó el día D para Eric Cantona, quien, semanas antes, había lanzado un llamamiento (Ver este web del pasado día 28 de noviembre: “El ‘no’ a los bancos”), para que los ciudadanos retiraran todos sus depósitos. El SoptBanque había provocado en los últimos días cierto temor de los banqueros quienes, a raíz del llamamiento lanzado por Cantona, habían frenado la iniciativa de saboteo, propagado como la pólvora por las redes sociales de Internet. El ex del Manchester y de la selección francesa había invitado a los ciudadanos a retirar todos sus depósitos, como respuesta a su papel en la crisis económica y financiera. Cantone había declarado: “¡Revolución! El 7 de diciembre, vamos todos a sacar nuestro dinero de los bancos”. Una iniciativa lanzada por Facebook que contaba ya con decenas de miles de clientes bancarios europeos dispuestos a seguir sus consejos. Hasta el punto de forzar la intervención de Christine Lagarde, ministra francesa de Economía y brazo derecho de Nicolas Sarkozy, quien intentó echar un cubo de agua en el conato de incendio en que se estaba convirtiendo el proyecto: “Cada cual debe intervenir en su propio campo de competencias –dijo Lagarde–. Yo no me arriesgo a jugar al fútbol, y Eric Cantona debería evitar jugar a ser economista”. En la crítica, le había seguido el portavoz del Gobierno y ministro del Presupuesto, François Baroin, para quien el llamamiento del ex jugador “no es serio” e incluso “sería cómico, si no fuera trágico”. El mismo gobernador del Banco Nacional de Bélgica (BNB), Guy Quaden, criticó esta iniciativa al afirmar en RTBF que percibía “la animosidad de la población contra los banqueros, a raíz de algunas tonterías por parte de algunos de ellos”.
Pero las intervenciones gubernamentales no habían sabido esquivar la cuestión de fondo. Y muchos apostaron por Cantona, hombre público comprometido en causas, sociales, estimando que políticamente valía la pena secundarlo. Y la misma banca se había puesto nerviosa en los días previos a la cita. El director general delegado de la Societé Générale aseguraba que “no hay nada peor en la historia que un bank run (estampida bancaria)”. Pero Cantona insistía en provocar cierta derrota al enemigo “que se lleva nuestro dinero en forma de ayudas gubernamentales, pero que luego niega el crédito al pequeño comercio y al particular salvo para fichar a Cristiano Ronaldo u otros jugadores. En Bélgica, la Federación de la Banca también expresó su temor, porque allí también alguien con notoriedad, la realizadora Géraldine Feuillien, había retomado la iniciativa de Cantona.
Desconozco los datos ofrecidos por esta convocatoria, aunque los banqueros se han apresurado a decir que Cantona no se personó en la sucursal parisina en la que se agolpó la prensa. Y aseguraron que el día del Apocalipsis bancario se había convertido en el día en que Cantona perdió su credibilidad como gurú antisistema, pese a que se las prometía felices. Curiosamente, la primera en sacar partido fue Roselyne Bachelor, ministra francesa de Solidaridad, que arremetió contra Rachida Brakni, esposa del internacional galo, “quien dedicó parte de este año al rodaje de una campaña publicitaria para un banco”. Brakni la acusó de “amasar una fortuna” en contratos de publicidad mientras cacareaba consignas anti sistema. “Cantona –dijo la ministra– hace publicidad de coches, de cuchillas de afeitar. Su esposa hace publicidad para un sistema bancario. Creo que hay que tener un poco de responsabilidad en la vida cuando se es justo un poeta de la sociedad de consumo”.
El líder del NPA, Olivier Besancenot, explicó a finales de la semana pasada que la iniciativa era “seductora”, pero recordó que durante el bank run de Argentina en 2001, se prohibió la retirada de depósitos y la policía llegó a cargar contra las colas ante las sucursales. Uno de los líderes del Frente de Izquierdas, Jean-Luc Mélenchon, señaló que “no es la buena estrategia”. En España, Elena Salgado, ministra de Economía y Hacienda, se sumó a las críticas contra Cantona por animar a los ciudadanos a retirar su dinero de los bancos como medida de protesta. “Yo creo –señaló la vicepresidenta segunda del Gobierno en Bruselas, antes de participar en la reunión mensual de ministros de finanzas europeos– que estas medidas pueden ser más o menos efectistas pero poco prácticas. Me parece que tenemos que hacer otras cosas. Por ejemplo, regular mejor el sistema financiero y en eso estamos”. No obstante, el asunto tenía más de gesto de protesta que de acción viable. Y la protesta bancaria, al menos ha logrado poner nerviosos a los banqueros.
Cantona sacó “una cantidad simbólica” en una sucursal de Péronne, al norte de Francia. “Éric Cantona –aseguró el ex futbolista a través de sus abogados– quiere hacer saber que, contrariamente a las informaciones aparecidas, ha participado en el movimiento ciudadano suscitado (...) y que ha procedido a un reembolso bancario simbólico”. Agregan que lo hizo “al margen del ruido mediático” y que el ex futbolista está “muy contento de las reacciones y comentarios públicos, económicos e incluso políticos que sus declaraciones han provocado”.