Otra vez volvemos a quedarnos a pavo, aunque no nos sorprende teniendo en cuenta las leyes por las que se rige nuestro país. Netflix, el canal online de emisión de películas y series en streaming (y la responsable de darnos alegrías como House of Cards o Arrested Development), ha emitido hoy mismo un comunicado en el que anuncia una tercera expansión en Europa, pero, para nuestra desgracia, España se queda fuera de los territorios escogidos por la compañía para empezar a funcionar a finales de este año. Esta vez, los afortunados que contarán con la plataforma son Alemania, Austria, Suiza, Bélgica, Luxemburgo y Francia, esta última, algo más conflictiva por el rechazo de determinados organismos con los que Netflix deberá lidiar.
Continúa, tras el salto.
El conflicto en el país francés provienen, como ya supondréis, de las exigencias que establecen la Sociedad General de Autores de Francia (SACD) y el Sindicato de Actores, Directores y Productores francés (el equivalente a nuestra "querida" SGAE), que ante el peligro de la vaticinada llegada de la plataforma, llevan solicitando desde hace algún tiempo que "los operadores digitales que distribuyan contenido en Francia estén sometidos a las mismas obligaciones sobre financiación y programación de contenidos franceses y europeos". Para cumplir con este propósito, ambas asociaciones unieron fuerzas con el fin de exigir al Gobierno de París una "completa remodelación de la legislación nacional y europea vigente".
Netflix opera ya en Reino Unido, Irlanda, Finlandia Noruega, Dinamarca, Suecia (2012) y Países Bajos (2013) y, aunque podría ser la solución al problema que existe entre autores y usuarios, si la plataforma aún no ha llegado aquí, todos somos bien conscientes de los motivos que se lo impiden. ASCOPENA.