Por Oscar Cuervo para La Otra
Lo mismo se puede decir de la genial Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese de la que escribí hace poco en este blog, una pieza indispensable para armar el rompecabezas Dylan. También para confirmar que Socrsese es el cineasta indicado para poner a Dylan en términos cinematográficos. Uno de los encantos secretos de la película es el arte de la falsificación, la tergiversación, la inclusión inadvertida de testimonios apócrifos que ayudan a extender la mitomanía que Dylan convirtió en su juego preferido. Hay varios personajes ficticios y anécdotas inventadas mezcladas con el material de archivo y el propio Dylan actual se encarga de reflexionar ante cámara acerca de la verdad que se dice detrás de la máscara. En ese mismo plan hay que interpretar la cita que hace Scorsese al comienzo y al final de la película de un corto ilusionista de George Melies en el que una mujer desaparece por un truco de montaje. Es Melies y no Lumiere el epígrafe del "documental". Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese será para la posteridad el Dylan de Netflix.
Oscar Cuervo