Este fin de semana ha sido entretenido, como todos mis fines de semana, por otra parte.
El sábado por la tarde fuimos a un desfile de trajes de baño. Resulta que la cuñada de mi amiga A. es representante de una firma de lencería y trajes de baño, y organizaba un desfile en los jardines de un hotel de la ciudad.
Mi amiga A. formaba parte de la organización y nos invitó; y, como ya sabéis, yo me apunto a un bombardeo. Así que allí nos fuimos.
Resultó que, como parte del atrezzo, había una bicicleta de la marca HoodBikes -una bicicleta cruiser- que llevaba un portabultos chulísimo. Llevo tiempo buscando un portabultos para mi bicicleta, porque quiero poner la sillita portabebés de Chocolatina Menor en mi bicicleta, y resulta que los portabultos de la marca de mi bicicleta -Nirve- sólo soportan un máximo de 9 kilos. Y cualquier portabultos tampco me sirve, porque mi rueda es un pelín más ancha de lo habitual.
Me pongo a preguntar por las bicicletas, en las que el cari ya se había interesado, y cuál fue mi sorpresa al enterarme de que otra de las cuñadas de mi amiga A. trabaja estrechamente con la marca Hoodbikes.
Así que, lo que en principio se preveía como una tarde tranquila, viendo el desfile y poco más, se convirtío en una tarde de networking: la cuñada de A. que se dedica a los bañadores y ropa interior me dio su tarjeta y quedamos en vernos una tarde, en petit comité para poder ver con calma todo el material de que dispone; y la otra cuñada de A., también me pasó sus datos para que la contacte si me interesa el tema del portabultos, que sí que la llamaré, claro.
De la charla con C., la cuñada de A., surgió algo muy interesante, relacionado con las bicicletas, y que te contaré mañana, por aquello de no agobiar.