Fuente: Muy Interesante ¿Hay diferencias de género a la hora de procesar las emociones? Este fue el punto de partida de la investigación desarrollada por la Universidad de Basilea (Suiza) y cuyos resultados recoge la revista Journal of Neuroscience.
Estudios anteriores han demostrado que las mujeres ven los eventos a nivel emocional mucho más estimulantes -emocionalmente hablando- que los hombres. Además, teniendo en cuenta que las emociones influyen en nuestra memoria puesto que cuanto más emocional es la situación más probabilidad hay de que la recordemos, los científicos intentaronaveriguar si era posible que las mujeres superaran a los hombres en las pruebas de memoriateniendo en cuenta esta circunstancia.
“Esto sugiere que las diferencias que dependen del género en el procesamiento emocional y la memoria se deben a diferentes mecanismos”, explica Annette Milnik, coautora del estudio.
A la par que realizaban el experimento, monitorizaron la actividad cerebral de 696 sujetos, descubriendo que, entre las mujeres, la actividad cerebral se disparaba cuando se relacionaba con un contenido emocional con gran carga negativa. “Este resultado apoyaría la creencia común de que las mujeres son emocionalmente más expresivas que los hombres”, aclara Klara Spalek, líder del estudio.
EL BOTÓN CEREBRAL DEL MIEDO Fuente: Muy Interesante El miedo es una emoción necesaria, pero en su justa medida: tan malo es tener poco (lo que aboca a las conductas temerarias) como demasiado: entonces nos enfrentamos a trastornos de ansiedad.
Los científicos sabían que el aprendizaje y la memoria de este sentimiento procedía de una región cerebral llamada amígdala central, pero ignoraban qué mecanismo neuronal la activaba.
Ahora, neurocientíficos del Cold Spring Harbor Laboratory han afinado más y, después de realizar experimentos con ratones, señalan un grupo de neuronas llamado núcleo paraventricular del tálamo (PVT, por sus siglas en inglés). Al parecer, esta zona de la masa gris es extremadamente sensible a las situaciones de estrés.
La clave en esa conexión, como comprobaron los autores del estudio al analizar datos de personas aquejadas de estrés postraumático, reside en una molécula llamada BDNF, mensajero químico asociado a trastornos de ansiedad y que desempeña un papel importante en el nacimiento y la conexión de neuronas. Al aumentar los niveles de BDNF en la amígdala central de los ratones, estos mostraban una conducta más temerosa y creaban recuerdos a largo plazo sobre las situaciones que le habían generado angustia.