Hasta el momento, los resultados apuntan a que estas neuronas precursoras del desarrollo del cerebro responden de una forma similar a como lo hacen las células sanguíneas que se crean a partir de las células precursoras de la médula ósea. Descubrimiento que en su día derivó en avances en el trasplante de médula ósea para tratar algunos casos de leucemia.Gracias a todas estas investigaciones y a los avances de la revolución tecnológica, todos estamos más cerca de vivir más tiempo y de sentirnos más ágiles y más fuertes. Pero ese vivir más y con más garantías de poder superar los achaques propios de la edad, debería traducirse en el deseo unánime de querer sentirnos más plenos y mucho más tranquilos.De nada nos va a servir vivir cien años si los pasamos tan acelerados y tan angustiados por la incertidumbre de lo que nos encontraremos mañana, que no nos dé tiempo a disfrutarlos.La vida es un regalo y cada una de las personas que nos encontramos en ella una oportunidad de aprender nuevas cosas, nuevas formas de ver y de entender lo que nos pasa y lo que les pasa a los demás, en función de las cosas que nosotros hacemos o decidimos.Vivir para ir todo el día en modo piloto automático… no es vivir; es figurar, es pasar de largo, es no comprometerse con la propia mente ni con el propio cuerpo. Es pretender ser un mero espectador de la vida de los demás, negándonos a ver la nuestra.No hay que tener miedo de estar vivo. De sentir, de conectar con los otros, de ofendernos cuando conviene, de renegar, de manifestar nuestro acuerdo o desacuerdo con lo que pasa a nuestro alrededor.No hay que resignarse ante lo que creemos nuestro único escenario posible. Porque miles de otros escenarios existen y le sirven cada día a muchas personas. Aventurémonos a descubrirlos, aunque tengamos que cruzar hasta el otro lado del mundo para encontrarlos. En nuestra mente, todos los días, millones de neuronas de proyección viajan de una parte a otra de nuestro universo cerebral para encontrar las respuestas que nuestro organismo necesita para seguir funcionando. ¿Tanto nos cuesta entender que las personas somos como las neuronas que nos gobiernan? Ellas son nuestras precursoras y absolutamente todo lo que hacemos empieza en ellas. Aunque la libertad de decidir qué ideas nos pondrán en marcha, siempre recaerá en nosotros. En función de esas decisiones, se activarán unas u otras neuronas, pudiendo ser capaces del mayor acierto, pero también del más tremendo fracaso al mismo tiempo.Podemos imitar a las neuronas que se conforman con las limitaciones que les impone una médula espinal fracturada a la altura de las vértebras cervicales y resignarnos como ellas a no poder mover nuestros miembros nunca más y quedarnos como vegetales, dependiendo por completo de nuestros cuidadores y viviendo como meros espectadores de las vidas de otros. O, por el contrario, podemos decidir imitar a las neuronas que se multiplican en una placa de Petri para seguir retándonos con nuevos objetivos, que nos permitan sentirnos más vivos y más esperanzados.Seamos proactivos. Abramos más ventanas y exploremos más mundos dentro de nuestro propio mundo. Aunque nos parezca una quimera, todo está aún por descubrir y por construirse.
Estrella PisaPsicóloga col. 13749