Never let me Go, en España conocida como Nunca me abandones es la nueva película de Mark Romarek en la que recoge a tres de los actores con un futuro, ya presente más prometedor: Kiera Knightley, Andrew Garfield y Carey Mulligan. Never let me Go es la adaptación de una novela homónima del escritor Kazuo Shiguro en el que mezcla la amistad y un triángulo amoroso con la ciencia ficción. La expectación era máxima, las primeras críticas extremadamente positivas la hacían posible candidata a los Oscars. Al final el producto se ha quedado en tierra de nadie, pasando bastante desapercibido, sin hacer demasiado ruido.
El film se centra en la historia de Kathy, Tommy y Ruth, tres chicos que pasan su infancia en Hailsham, un internado inglés, aparentemente idílico. A medida que van creciendo descubren un tenebroso e inquietante secreto sobre su futuro. Cuando abandonan el colegio y se aproximan al destino que les aguarda, el amor, los celos y la traición amenazan con separarlos.
No me he leído la novela, pero tristemente viendo la película te da la sensación que podría haber dado muchísimo más de sí; que tenía multitud de puntos conflictivos y jugosos y con los que jugar y que al final guionista y director han puesto la directa y han decidido abordar la película por el sobado género del melodrama dejando en un puesto demasiado secundario toda la ciencia ficción, y todos esos pequeños detalles que de estar explotados podría haber salido una gran película.
Uno de los puntos más débiles es el tratamiento de la ciencia ficción.El elemento, el factor que podría haber hecho de esta historia algo diferente a lo que hemos visto mil veces está mal estructurado, mal narrado y mal tratado. No soy seguidora del género, pero si lo estuviera estaría un poco enfadada. –ATENCIÓN VA A HABER SPOILERS PORQUE ES IMPOSIBLE ABORDAR LA CUESTIÓN SIN ELLOS- Cuesta de entender el comportamiento de las protagonistas una vez descubren que son clones y cuál es su función en su corta vida. La película no muestra con suficiente convencimiento cuales son los motivos por los cuales ninguno de ellos huye o intenta cambiar su destino. Y más viendo que se pueden mover y ver mundo. Todos se resignan.-FIN SPOILERS-
Por otro lado la película funciona con particular maestría en el relato de los tres niños adentrándose en la madurez, los conflictos entre ellos, el amor, los celos y la amistad por encima de ellos. A ello contribuye una gran fotografía de Adam Kimmel y una muy buena banda sonora de Rachel Portman. El director, Mark Romarek también demuestra su afán detallista y perfeccionista en una dirección más que interesante aunque en momentos fría.
Interpretativamente todos están bastante acertados. Mulligan y Garfield interpretando a Kathy y Tommy muestran su gran capacidad interpretativa y demuestran una vez más que si saben escoger pueden ser grandes actores en los próximos años. También hay que decir que el personaje de Kathy, protagonista de la historia, es el más agradecido y el más bien dibujado de los tres, pero Mulligan vuelve a demostrar sus tablas. Garfield cambia completamente el registro mostrado en The Social Network para mostrarnos a un personaje muy sensible. Knightley es la más floja del trío protagonista, quizás la antipatía que desprende su personaje en gran parte de la película, influye. Aun así buena actuación de Knightley que parece que deja a los piratas atrás. Además los tres protagonistas están acompañados por Sally Hawkings y Charlotte Rampling entre otras.
Como conclusión una película con una factura técnica impecable, un bonito melodrama pero un nefasto desarrollo de la ciencia ficción hace que nunca llegue a lo que espiraba ser, una gran película. Es interesante de ver, pero cuando acabas te queda la sensación de que la película es un quiero y no puedo.
Nota: 6/10