Nevermind, la generación X que alcanzó el NIRVANA

Por Javier Vazquez Taboada @buxunosecalla

Esta semana cumple 25 años Nevermind, el disco que rompió con los hedonistas 80 y abrió la veda de la insatisfacción cultural y generacional de los 90. La historia de Nirvana es como la Biblia, depende que evangelista, periodista, amigo o groupie te lo cuente es una cosa u otra. Pero no era posible conocer a Kurt Cobain en toda su extensión: era un artista tan complejo como sus ambiguas letras.

No me importa, dirás, pero te equivocas, NEVERMIND sigue importando hoy. Esta es su historia.

Seattle, año 0

Puede ser que en un mismo país convivan dos grandes grupos en una misma década (como Blur y Oasis) . Incluso en una misma ciudad, pero lo de Seattle fue un sincronismo cósmico. En una ciudad de tan sólo 700.000 habitantes, relativamente pequeña de USA; se juntaron NirvanaPearl JamSoundgarden y Alice in Chains. Con esta acumulación de talento, crearon y catapultaron un estilo propio, el grunge (rock sucio) y lo subieron al altar del rock de forma definitiva.

Nirvana nació, como muchos otros grupos, de un encuentro, una amistad, entre Krist Novoselic y Kurt Cobain. Formaron una banda y a finales de los 80 consiguieron editar con SubPop “Bleach”, su primer disco.  A ellos se unió justo antes de Nevermind David Grohl, que se había quedado sin banda. El acoplamiento entre los tres fue total y con su frenética batería Grohl elevó el sonido de Nirvana.

Entonces David Geffen fue a buscarles preguntándoles si eran ambiciosos y querían ir a un sello mas potente. Kurt lo tenía claro, dijo que sí. Quería crecer aunque nadie se podía imaginar hasta que punto eso era posible.

Nevermind, del anonimato a la MTV

La grabación de Nervemind fue larga y ardua. Kurt, inseguro y perfeccionista, tenía un carácter difícil y conseguir resultados llevaba mucho tiempo. Tras ajustes, sesiones interminables y cambios de productor, finalmente terminaron el considerado mejor disco de los 90 con toda justicia.

In Bloom, Smells like teen Spirit, Lithium, Come As You Are, Drain you, Something in the way…. son todas obras maestras tocadas con vigor, energía y sensibilidad. Sin embargo, nadie, ni siquiera la discográfica pensaba vender más de 200.000 copias de un estilo de música alternativo.

Era imprevisible, Smells like teen spirit, sin internet, sin móviles, empezó a sonar en las radios cada vez más. Las ventas crecieron. Luego se grabó el mítico video y la MTV comenzó a emitirlo sin parar…. hasta llegar al número 1 y desbancar a Michael Jackson. Hoy se calcula en más de 30 millones las ventas de este disco.

Smells like teen spirit era en realidad una marca de desodorante

El éxito es una pastilla difícil de digerir, y los miembros de Nirvana lo llevaron como pudieron. Retaron al público, ignoraron a los periodistas y la liaron parda en la gala MTV del 92. A punto de llegar a las manos con Axl Rose antes de la actuación  (Cobain odiaba lo que reresentaban Gnn’s and Roses) amagaron con cantar Rape me una vez en el escenario tan negarse a tocar Smells(tocarón Lithium finalmente). Después de una febril actuación Novoselic se knockeó con su bajo y Kurt destrozó el escenario mientras Grohl se mofaba de Axl en el micrófono. Apoteosico.

Eran jovenes, tenían el mundo en sus manos y no les importaba nada. Kurt reforzó su adicción a la heroina y se sentía cada vez más débil. Luego conoció a Courtney Love, y se sintió salvado por un momento.

Courtney, ella era la caja

Estaba claro que Courtney Love no era la dama destinada a salvar a Cobain. Kurt le dedicó su canción Heart Shaped Box, una perturbadora declaración de amor con versos como “I wish I could eat your cancer when you turn black”. Pero Kurt, que había odiado mucho más que amado en su vida, se entregó a la labor de crear una familia y buscar la paz por primera vez en su vida. Por entonces, sus problemas de salud iban a peor, en especial un dolor de estómago que limitaba sus conciertos y le provocaba grandes dolores.

Aunque él tenía esperanzas, quería estar mejor. En la imprescindible entrevista del 92 para Rolling Stone, decía:

“Yo lo único que necesito es descansar: si descanso me voy a poner bien”, dice Cobain, que tiene 25 años. “Me voy a poner bien de salud y voy a empezar de nuevo.”

Sin embargo, detrás de su pose de rockero desafiante, se escondía una persona frágil. En el documental Montage of Heck, se le puede ver totalmente colocado en pijama merodeando por la casa y cogiendo a su hija ido. Courtney no iba a quitarle la jeringa, como reconoció en el mismo documental, la compartían y con el paso de los años se ha demostrado que ella era más autodestructiva que su marido. Así que, ¿por qué culparla? Es lo fácil, pero no nos importa, hablemos de música.

La boda en pijamas de Hawái

Kurt, el Pollock de la música

Cobain revela en sus diarios que sus letras eran un compendio de ironía, memorias, sueños e intuiciones que plasmaba en el papel. Dibujante brillante y compulsivo, moldeaba sus letras con dedicación y conseguía melodías únicas.

Muchas de sus canciones como son como espirales de sensaciones que te atrapan. La sensibilidad de sus letras quedó demostrada en el Unpluged in New York de la MTV.  Cantadas en un escenario decorado con velas negras y lirios, en un funeral premonitorio, Kurt inmortalizó  las canciones menos conocidas del grupo y las acompañó con versiones únicas de otros artistas.

Something in the way fue una de esas canciones. Basada en una experiencia real que tuvo lugar cuando tuvo que vivir en la calle durante algún tiempo, Kurt confirmó los hechos aunque en realidad nunca vivió debajo de un puente, sino en lugares públicos y casas de amigos. De esa experiencia creo esta especie de nana introspectiva que capta la desolación como ninguna otra canción lo hace.

La muerte, una canción que tocó su última nota.

Hace más de dos mil años un hombre caminó sobre las aguas y fue crucificado. Mucha gente no ve ningún significado en estas historias, y a continuación mitifica a un músico,  actor, un político…  Pero como dijo Kurt, “todo está en la música”, no hay nada más.

Se dice que el éxito pudo con Kurt, pero puede que el fracaso hubiera dado el mismo resultado. Kurt era un ser hipersensible y autocrítico hasta el límite. Incapaz de aceptar y encontrar ese término medio en el que aceptarse y seguir adelante, dejarlo ir. Su paradoja era que a pesar de despreciar todo lo establecido, tenía una serie de principios inamovibles sobre la música, la vida, la pasión…. Cuando estos dejaron de tener sentido, de llenarle, escribió una nota con una frase que llenó muchas carpetas de instituto “It’s better to burn out than to fade away.”

Nunca debió ocurrir, pero lo anunció en cada una de sus letras y finalmente se sacrificó inútilmente el 5 de Abril de 1994.

La generación X continua

Todos aquellos jóvenes nacidos en los 70 se vieron sacudidos por un shock. Pero, ¿dónde están hoy esos jóvenes rebeldes sin rumbo? Barriendo calles, en oficinas sin luz o rodeados de borrachos que piden la última copa. Sólo hubo un Kurt Cobain y la mediocridad ha seguido creciendo. Fue apenas un soplo excepcional de nihilismo lírico que nos supo bien porque no entendimos nada en ese momento.

Y puede que sí, que dibujes espirales en las hojas de tus papeles de oficina mientras miras al horizonte preguntándote que ha pasado con tu vida, que has hecho mal. Sintiendo que llega la crisis de los 3o, o de los 40, o lo que sea. Esa que Kurt Cobain no quiso ver y nos dejó como una última nota desafinada.

A Denial

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