La verdad es que no soy la persona más indicada para hablar de los New York Dolls, ya que es un grupo al que no he seguido y no he escuchado demasiado. Ya se que es un error grande por mi parte, ya que son uno de los grupos más influyentes de las ultimas décadas, y hay pupilos suyos de los que soy muy fan, pero bueno, nunca es tarde para hacerse seguidor de un clásico. Supongo que tampoco es muy normal empezar con este ultimo disco en el que ya solo quedan dos miembros originales y muy poco de esa imagen rompedora con la que debutaron en 1971. Pero todo tiene una sencilla explicación, y es que al escucharlo el otro día, me encontré con un disco más que decente e interesante.
Es su quinto trabajo, y el tercero desde que decidieran reunirse en 2004. Esta grabado en Inglaterra baja la batuta de Jason Hill, cantante de Louis XIV, y al parecer es una combinación de su faceta rockera y glam, con si faceta más soul. La verdad es tanto de un lado como del otro, nos encontramos con temas que suenan muy bien: Streetcake, I’m So Fabulous, Round & Round She Goes o Funky But Chic son auténticos pelotazos y creo que no defraudaran a sus fans. Además nos dejan una gran balada como You Don’t Have To Cry y una especie de curioso reggae llamado End Of The Summer, que tiene su punto.
Yo de momento me voy a por sus dos primeros discos, que ya me vale a mi también.
7,5