New York: Zona sur y Brookilyn

Por Nuestrosviajes

En la zona sur hay muchas cosas que hacer y visitar. No podéis dejar de pasear por los barrios Soho, Little Italy, China Town y el distrito financiero. Y además tenéis que coger un ferry para ver la Estatua de la libertad más de cerca y cruzar el puente de Brooklyn. En este barrio se encuentra también un centro comercial donde podéis hacer las mejores compras dentro de Manhattan.

Distrito financiero

Una costumbre que he comenzado a adquirir cada vez que viajo es buscar si en la ciudad tienen disponible un Free Tour. He tenido muy buenas experiencias con la empresa New Europe y en este caso tuvimos la suerte de que a pesar del nombre, también tienen a Nueva York entre sus ciudades.

Es una empresa cuyos guías pagan un precio bajo por cada turista que va en su grupo y ellos se quedan con la voluntad que estos aporten. Cada miembro del grupo paga lo que crea conveniente pero siempre tened en cuenta que cada guía paga unos 2,5€ por vosotros. Estos tours suelen durar entre 3 y 4 horas y suelen estar disponibles en inglés y en español. En esta ocasión nuestro guía fue un newyorkino de origen puertoriqueño. Se notaba que le encantaba su ciudad y disfrutaba con lo que hacía, da gusto con gente así.

En general, estos tours suelen salir a las 11 de la mañana de  plazas representativas de cada ciudad. El de Nueva York en concreto sale del Museo Nacional de los Indios Americanos, ubicado justo en frente de la parada de metro Bowling Green (línea 4, Salida 5).

Descubrimos los orígenes de Nueva York, cómo se fundó la ciudad, cómo han ido cambiando las leyes respecto a la construcción de edificios… En concreto, supimos que en aquellas aceras en las que apenas llega el sol, para evitar que Nueva York fuera una ciudad en la sombra, las leyes tuvieron que cambiarse, de forma que fuera obligatorio dejar un buen trozo de acera antes de construir, para que la luz llegara a los viandantes.

En esta zona se encuenta el Toro de Wall Street (que simboliza el fenómeno en bolsa nombrado con esta misma palabra, y que significa que está subiendo), vistas de las Estatua de la Libertad y la isla de Elis (donde los inmigrantes pasaban un control, médico incluido, cuando trataban de entrar al país) y Wall Street (la bolsa de Nueva York), entre muchas otras atracciones.

Una callecita que me gustó especialmente fue Stone Street, repleta de barecitos, que por lo visto suelen estar más animados cuando los ejecutivos salen de las oficinas.

El tour termina en el World Trade Center, donde pueden observarse dos grandes piscinas en el lugar donde antes se encontraban las torres gemelas y todos los grandes edificios que se están construyendo alrededor.


Tras este tour es muy bonito dar un paseo bajando hacia la orilla del río y paseando en dirección a la Estatua de la Libertad. Hay algo similar a lo que en España conocemos como “el paseo” en los pueblos de playa. Al otro lado del río se encuentra New Jersey y al fondo se vislumbra en todo momento la Estatua de la libertad.


Si tenéis tiempo y sobre todo vais en una época en la que no anochezca muy pronto, podéis aprovechar que estáis en la zona y coger el ferry para visitar la Estatua de la Libertad. Se coge en la parada de South ferry y cuesta lo mismo que un billete de metro, por lo que os valdría con la tarjeta semanal del metro si la tuvierais.

Existen ferris de pago solo para turismo, que paran en la propia estatua, para visitarla, y luego vuelven. Yo lo había hecho en una anterior visita y no me mereció la pena. Las vistas desde lo alto de la estatua son exactamente las mismas que desde el ferry. No es muy alta y está en mitad del río, por lo que la perspectiva que se gana no es significativa. Podéis encontrar también algún tour que además os muestre Ellis Island.

Con el ferry “gratuito” lo que hay que hacer es bajarse en Staten Island y coger el siguiente de vuelta.

Si todavía os quedan fuerzas, por la zona en la que os encontráis, es recomendable seguir paseando hacia el puente de Brooklyn para cruzarlo al atardecer.

Nos recomendaron una vez cruzado, bajar al parque Dumbo que queda justo a la derecha según se cruza hacia Brooklyn, ya que se veía un atardecer muy bonito. No se si fue por la época del año, pero no fue todo lo bonito que esperábamos. Pensamos que el sol se pondría detrás de los edificios, lo que nos daría una vista del skyline a contra luz, pero no fue así. El sol se puso en el mar, tras la estatua de la libertad que se veía muy a lo lejos. Creemos que hubiera sido más bonito ver este atardecer desde el puente, ya que desde ahí probablemente sí que hubieramos visto el sol ponerse justo detrás de los edificios.

De todos modos, el parque merece la pena, ya que deja unas vistas muy bonitas del puente.

Compras

Las mejores compras en Manhattan se pueden hacer por la zona donde finaliza el tour. Nosotros estábamos cansados y no lo hicimos en ese momento, sino que aprovechamos un día que nos hizo muy mal tiempo.

La verdad es que no se parecieron a las compras que hice en Miami. Allí teníamos coche y había muchos centros comerciales para elegir. En Nueva York es verdad que hay un par de centros comerciales en Queens que deben estar muy bien, pero estando en Manhattan, no merecía la pena el desplazamiento.

La opción más factible es acudir al Century 21. Es un centro comercial al lado del World Trade Center, con descuentos en muchas marcas. Hay que buscar bien, pero podréis encontrar Levis, polos de Timberland, Tomy, Burberry, cinturones de piel, bolsos de Guess, Steve Maden, Michael Kors, relojes, carteras y multitud de corbatas de firmas interesantes a buen precio.

Un paseo por el Soho, Little Italy y China Town

Todos estos barrios se encuentran pegados el uno al otro, de hecho es complicado saber donde termina uno y empieza el siguiente.

No existe ningún monumento o visita especialmente obligatoria en esta zona, lo divertido es adentrarse en sus calles y dejarse llevar.

El Soho es el barrio de familias más adineradas. Se nota en las tiendas y los viandantes de la zona. Sus edificios señoriales, con escaleras de incendios en el exterior, me sorprendieron gratamente. Los amantes de la fotografía, seguro que disfrutáis de muchos rincones.

Little Italy, era el barrio de los italianos, que poco a poco ha ido comiendo China Town. Como no podía ser de otra manera, no faltan las mesitas en la calle con sus mantelitos a cuadros rojos y blancos y apetitosas pizzas servidas por todos sus rincones. A mi la verdad es que me decepcionó, prácticamente se reduce a la calle Mullberry, con el cartel de Little Italy en su entrada, e incluso aquí puede apreciarse la influencia china. De hecho, encotramos souvenirs más baratos en esta calle que en pleno China Town.

Y China Town es el barrio de souvenirs de Nueva York por excelencia. Tened en cuenta que todo serán baratijas a precios reducidos, nadie vende duros a pesetas y menos en pleno Manhattan. Tened cuidado porque es fácil gastar horas y horas buscando el mejor autobusito amarillo o el imán más barato regateando sin parar. Al final todos son iguales y los precios no variarán en exceso.
Ya que estáis por la zona, quizá pueda interesaros visitar el Buda de 5 metros que se encuentra en un templo en la calle Canal, 133.

Restaruantes: 

  • En China Town nos recomendaron el Shanhai Café. Probad los Dumplins y los tallarines Med Thai, estaban muy buenos. Nada más entrar, te sirven un té caliente, que sienta de maravilla en invierno. Consumición mínima de $5 por persona.
  • Pastrami es el local más famoso para probar los típicos katzs americanos. Son una especie de sandwiches de carne muy característicos. El sitio no es que sea barato pero singular es un rato. Se encuentra entre Houston y Ludlow St., hay que andar un ratito desde China Town.

Brooklyn

Como os comentaba al inicio, una de las primeras cosas que nos contaron nada más llegar a Nueva York, es que si Brooklyn no formara parte de esta ciudad, sería por si misma, la tercera más grande del país.

Cuando planifiquéis vuestro viaje, quizá os interese tener en cuenta una fecha en la que haya partido en el estadio de la NBA de los Brooklyn Nets, para hacerlo coincidir con el día que crucéis el puente . No es que se encuentre cerca, pero sí os pilla de camino para coger el metro directo.

En este barrio también podéis bajaros en el metro de Bedford Avenue y dar un paseo. La parte más mona es de la decima a Metropilitan, con restarurantes, tiendecitas y pequeñas galerías. Podéis parar en algún barecito a tomar algo. Si tenéis tiempo para dar una vuelta, no está mal, pero tampoco forzaría la situación solo para ver esta calle.

De aquí al estadio, hay que volver a coger el metro.
El Barcklays Center no tiene nada que ver con el Madison Square Garden, es mucho más nuevo y se nota la modernidad. Impresiona al verlo y no es que sea un gran equipo, pero es una opción a tener en cuenta si queréis ver un partido de la NBA. Comparad horarios y precios con los New York Knicks.