Armamentismo, sionismo y un odio visceral al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, son puntos de contacto entre los dos personajes que, según la fuente, se habrían encontrado en marzo último en la Florida, donde conversaron durante cuatro horas sin que, a pedido del anfitrión, hubiera fotos ni comentarios públicos, reseñó Prensa Latina.
Más recientemente, en agosto pasado, uno de los hijos de Bolsonaro, Eduardo, viajó a Estados Unidos a reunirse con asesores de Rubio, así como con el principal estratega de la campaña del presidente Donald Trump, que resultó victoriosa en 2016.
Además, uno de los hombres de confianza del excapitán del Ejército brasileño, Waldir Ferraz, viajaría con frecuencia a Miami para recibir dinero e instrucciones del legislador estadounidense que, de acuerdo con el periodista y filósofo mexicano Luis Alberto Rodriguez, 'financia y apoya las aspiraciones del político carioca'.
El reportaje de Carta Capital señala asimismo que, al disputar un escaño en el Senado en 2010, Rubio recibió respaldo monetario de la Asociación Nacional del Rifle, por lo cual sería bueno para los negocios de sus financiadores si Brasil -como quiere Bolsonaro- facilitara la veta irrestricta de armas a la población.
Por otro lado, Rubio sataniza a Venezuela, como también lo hace el presidenciable de la extrema derecha brasileña, y defiende una intervención en ese país suramericano, por lo que 'no habría que descartar una guerra por allá en un gobierno Bolsonaro'.
Otro punto de coincidencia entre ambos es su afinidad con Israel: el senador republicano es uno de los mayores lobistas pro-sionismo en el Congreso de los Estados Unidos, y también saca partido de ello al tener entre sus principales patrocinadores al ex titular de la Federación Judaica del Gran Miami, el multimillonario Norman Braman.
Rubio también recibió en la campaña presidencial de 2012 más de 100 millones de dólares aportados por el magnate de los casinos en Las Vegas, Sheldon Adelson, quien de acuerdo con 'una autoridad del gobierno' de Michel Temer 'colabora con la campaña de Bolsonaro, a través de empresarios judíos-brasileños'.
La publicación recordó además que el ultraderechista del PSL, quien en 2016 viajó a Israel para ser bautizado en el río Jordán, apoyó la decisión de Trump de trasladar para Jerusalén la embajada norteamericana en aquella nación, e incluso prometió que de ganar la Presidencia expulsaría de Brasilia a la misión diplomática palestina.
Jair Bolsonaro ganó las elecciones. Marco Rubio festeja. América Latina tendrá que resistir.