"Quien tiene boca dice lo que quiere. Nadie vive conmigo, no es un problema de alimentación. Se crean historias que no tienen que ver con la realidad. La gente habla demasiado. Perdí seis kilos, pero ya los he recuperado. Juego y entreno con normalidad. La pérdida de peso era normal después de la cirugía. Se habla mucho pero nadie sabe la verdad", comentó el extremo azulgrana, ligeramente molesto.
La semana pasada apareció una información según la cual Neymar padecía anemia, lo que preocupó al entorno azulgrana e irritó al seleccionador brasileño, Luiz Felipe Scolari.
El brasileño ya espera su debut en competición oficial con el Barcelona, que tendrá lugar el próximo domingo frente al Levante.