Fue, en la previa del encuentro que iba a disputar La Roja contra Italia, el propio jugador brasileño el que deseó que fuera el conjunto de Vicente del Bosque el que se enfrentara a la 'canarinha' en la final. Su deseo se hará realidad, aunque esta circunstancia aumente la presión sobre un jugador que a aunque en esta competición que se disputa en Brasil ya ha mostrado grandes dosis de clase, todavía no ha despejado todas las dudas sobre su posible difícil adaptación al fútbol europeo.
Frente a Neymar estarán hasta nueve actuales jugadores del Barcelona (Víctor Valdés, Gerard Piqué, Jordi Alba, Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Cesc Fábregas, Sergio Busquets, David Villa y Pedro Rodríguez), siendo todos ellos potenciales titulares -el caso de Valdés es el menos claro al haberse decantado Del Bosque por Casillas. Jugando con el Santos, el futbolista ya tuvo oportunidad enfrentarse a varios de ellos.
Aquella final del Mundialito de Clubes, sin embargo, resultó quedarse grande a un Neymar que si bien apuntaba maneras todavía demostraba estar falto de tiempo en el horno que crea a los mejores cracks.
Como aliado del delantero que quiere asombrar al mundo estará otro jugador azulgrana, Dani Alves, que resulta indiscutible en el once de Felipe Luis Scolari en esta Copa Confederaciones.
Sobre el terreno de juego se vivirá pues una final histórica, de las que verdaderamente apetecen al aficionado al fútbol para dar valor a un torneo como el que se disputa este verano en Brasil. El encuentro pondrá en valor además la potencia mundial que representa el Barcelona hoy por hoy, pudiendo tener sobre el campo a una final mundial a un total de once jugadores. Ante este escaparate mundial, y por mucho que les duela a los implicados, solo podrá ganar una idea: el futuro azulgrana de Neymar o la consagración máxima de La Roja del ADN Barça.