NH Alcalá (Madrid)

Por Candreu

NH ALCALA (****)

Alcalá 66 28009 Madrid (Madrid) Telf: 914351060 www.nh-hoteles.es nhalcala@nh-hotels.com Habitación: 110 Fecha de entrada: 23/06/2014 Tarifa: 85€ SA Junto a la verja del Retiro y en la parte sur del Barrio de Salamanca, en una ubicación perfecta para el shopping en las tiendas más famosas de la ciudad, y no lejos de las principales atracciones turísticas encontramos este NH de nueva planta. Unas cuantas escaleras nos conducen hacia la recepción. Amplia, luminosa gracias a una enorme cristalera que da a la calle Alcalá rodeada de varios sofás y de una mesa con un ordenador a modo de business center. Mármol verdoso en el suelo y madera en las paredes. Junto al mostrador de recepción un pequeño mueble ofrece prensa del día (La Razón y Cinco Días) y varias botellas de agua con limón, aunque sin copas o vasos para poder disfrutarla.  En el mostrador, pese a no ser la primera vez en el hotel, y disponer de la tarjeta Rewards de la cadena, otra vez el tedioso rollo de los datos. Al menos el personal resulta simpático y agradable. Nos entrega la tarjeta de la habitación y varias octavillas con las claves del wifi gratuito. Justo frente al mostrador encontramos los ascensores, junto a la entrada al bar restaurante, bastante ruidoso en ese momento por culpa del fútbol.  El ascensor moderno y funcional, con varios carteles de publicidad sobre el restaurante del hotel nos deja en nuestra planta. Pasillos amplios y luminosos a los que se abren puertas de madera clara típicas de la cadena. Abrimos la puerta de nuestra habitación y comprobamos con horror que es más una "celda de castigo". Apenas 7 oscuros metros cuadrados de suelo de madera bastante machacado en los que se amontonan un escritorio, una cama, un mueble minibar, un plasma colgado de la pared y una barra para colgar la ropa. Una estrecha ventana que da a un no menos estrecho patio de luces (o de oscuridades).  La cama de 110x200 resulta cómoda. Vestida con dos almohadas y con una agradable lencería, como suele ser típico en la cadena. Las cortinas de la ventana son algo más cortas que esta, pero la luz del patio es tan mínima que no nos molesta durante la mañana. Si que es molesta la escasa insonorización que permite escuchar todos los pasos de los vecinos de planta, sus portazos, sus conversaciones e incluso sus gemidos. Y sobre todo el aire acondicionado. No parece que sea muy eficaz porque no conseguimos bajar mucho la temperatura, pero hace un ruido terrible. O no duermes por el calor, o no duermes por el ruido del aire.  Junto a la cama y detrás de la puerta hay dispuesto un escritorio que hace las veces de mesilla. Enchufes disponibles junto al escritorio y la cama. La luz se reduce a dos puntos en el techo uno sobre la puerta y otro sobre la cama, poco adecuado para el trabajo en la mesa o para la lectura desde la cama. El wifi gratuito, aunque algo lento, funciona sin problemas. Al otro lado de la cama, una incómoda butaca de color rojo. A los pies de la cama, un armario minibar de precios prohibitivos y sobre él un moderno plasma.
El baño resulta bastante moderno. Luminoso y amplio. Lavabo incrustado en una encimera de cristal y madera. Frente a él un enorme espejo. Un inodoro y una ducha con puertas correderas de acero y cristal completan el equipamiento. La presión en la ducha resulta correcta, aunque algo escasa en el grifo del lavabo. Las amenities se reducen a champú, gel, crema hidratante y jabón de manos. De la nueva colección de NH, que parece dejar atrás aquellas de "Agua de la Tierra". Bastante correctas. La lencería de baño, que se presenta sobre un toallero calefactado dentro de la ducha está algo desgastada y resulta escasa: una toalla de baño y una de manos. Algunos que somos de cuerpo grande, con eso apenas nos secamos la cabeza... Por la mañana, en recepción la despedida es la esperada. El minibar y poco más... Hasta otra.