Nh san pedro de alcántara (san pedro de alcántara - málaga)

Por Candreu
NH SAN PEDRO DE ALCÁNTARA (***)C/Jerez 129670 San Pedro de Alcántara (Málaga)
Habitación: 102Fecha de entrada: 16/09/2024Tarifa: 121€ SA

Ubicado en el mismo centro de la población malagueña, rodeado de comercios, bares y restaurantes, algo alejado de la playa. Un edificio de seis plantas, con balcones en terrazo rojo y paredes en color crema rematado con unos enormes cubos con el logotipo de la cadena. La puerta principal se halla en una calle cortita, peatonal y llena de arbolado. Al lado, en la calle con circulación de vehículos hay una zona reservada para la carga y descarga de pasajeros. Toda la planta calle es acristalada de techo a suelo dejando ver desde el exterior tanto el comedor de desayunos como el bar y la recepción. Los cristales, lógicamente, permiten llenar de luz el espacio.Unas puertas de cristal y aluminio blanco automáticas con los logos del hotel en los vidrios nos dejan, tras pasar por una mullida alfombra negra en la recepción. A la derecha hay un par de sillas de espera y tras ellas se abre el tranquilo bar y salón de desayunos. De frente la escalera, el pequeño ascensor y una estantería con algunas revistas, y un dispensador de agua fría con limón. A la izquierda encontramos el largo mostrador de recepción. Todo recuerda a los NH de principios de siglo: mármol claro en el suelo, paredes y mobiliario de madera brillante, algunas macetas con plantas altas, y un mostrador de mármol verdoso sobre el que hay además de una pantalla un par de pantallas con información sobre la cadena.Tras el mismo nos atiende una joven que rápidamente nos entrega la tarjeta que hará de llave de la habitación en un cartoncillo con la clave del wifi que funciona perfectamente en todo el establecimiento. Además, nos ofrece la posibilidad de reservar el desayuno del día siguiente si nos interesa y nos explica que nos ha asignado una habitación superior con buenas vistas pero con dos camas en vez de una como hubiéramos preferido.Unas puertas estrechas y metálicas nos meten en el pequeñísimo ascensor en el que justo cabrían dos personas con su equipaje. Botones de sensores algo anticuados y espejo en una de las paredes. Enseguida las puertas se abren con cierto ruido a un distribuidor de pasillos enmoquetado en color vino. Uno a la derecha y otro a la izquierda. Los rótulos del NH clásico (números y letras plateados sobre pletinas metálicas) nos indican el camino hacia la habitación. Atravesamos un pasillo con puntos de luz indirectos y puertas de madera clara con brillantes pomos y cerraduras de contacto. Pasada la puerta, el interior es luminoso. Suelo de cuidada madera clara, paredes en vescom gris claro. El primer tramo de la habitación es un corto pasillo de techo practicable metálico con un punto de luz potente. A la derecha, la ranura para la tarjeta y a continuación la puerta del baño, que se presenta cerrada. Además, el display del aire acondicionado, que funciona perfectamente con un pelín e ruido y sencillo manejo: encendido, apagado, una rueda de selección de temperatura y tres posiciones de intensidad. A continuación, y tras un cuadro con un bodegón entramos en el dormitorio.Tamaño más que correcto. Toda la pared del fondo, cubierta por un visillo claro, es una enorme cristalera, en aluminio nuevo y cuidado, con persiana (de las de cinta para subir y bajar) que da acceso a una pequeña terraza con vistas a la calle principal peatonal de la población, justo encima de un bar. Una mesa y dos sillas para sentarse a ver la vida pasar. En la pared izquierda, apoyado sobre una larga madera de color rojizo brillante hay un maletero de tijera en metal y tiras verdes. A continuación un escritorio despejado en el que sólo hay una pequeña caja de obsequio por el programa de fidelidad con unos bombones. Bajo el escritorio, una papelera con bolsa de plástico blanca y una incómoda silla de trabajo en madera y metal. En la parte final del mismo hay una bandeja con un hervidor de agua, una botella de agua, varios juegos de café e infusiones, tazas y vasos y debajo un minibar de puerta transparente con una botella de agua grande de cortesía también por el programa de fidelidad. Encima de la mesa, un par de enchufes disponibles y un poco más arriba una buena televisión de pantalla plana.   En el lado derecho del dormitorio encontramos las dos camas, con colchón de buen calibre. Vestidas con una sábana y un ligero nórdico. Dos almohadas de distinta dureza en cada una. Todo ello apoyado sobre un cabecero de madera brillante con algunos detalles cuadrados de metal. A cada lado sendas mesillas de madera, pequeñas. Sobre una de ellas un bloc de notas y un bolígrafo y el mando de la televisión. Sobre la otra un teléfono. Por encima, un enchufe en uno de los lados, interruptores para apagar la luz, y un poco más arriba sendos apliques de brazo metálico y tulipa de color crudo que generan una agradable sensación lumínica aunque quizá un punto escasa para trabajar desde la cama.En la pared restante, un armario de tres cuerpos de puertas correderas de espejo. En su interior, baldas, una caja fuerte, y media docena de perchas normales.
El descanso es un poco incómodo. Se escuchan demasiado los ruidos de las habitaciones contiguas, del pasillo e incluso de la recepción. La puerta no cierra bien y por las rendijas se cuela la luz.  La puerta del baño se presenta cerrada. Cuando la abrimos hay un fuerte olor a lejía y productos de limpieza. Tamaño adecuado, estilo del NH de antaño con suelos y paredes porcelánicas en tonos crudos. A la derecha el inodoro y el bidet -con tapa- en porcelana blanca. En la pared un par de portarrollos y un dispensador de bolsitas higiénicas. A la izquierda un lavabo incrustado en una encimera de mármol color arena. Sobre ella dos vasos de cristal. Anclados a la pared derecha sendos botes de jabón de manos y de crema hidratante, y un dispensador de pañuelos de papel. Encima de la encimera un espejo hasta el techo con tres puntos de luz arriba. Detrás de la puerta queda el toallero con dos toallas de manos bastante correctas, y un secador de pelo de buena potencia. Frente a la puerta, la gran cabina de ducha, protegida por dos puertas de cristal opaco y aluminio. Suelo de porcelana blanca. En su interior hay un toallero con dos enormes toallas de ducha y un pie de ducha. Además tres botes anclados a la pared con champú, gel y acondicionador. La ducha se remata con un grifo de teléfono algo antiguo. La temperatura del agua es correcta y la presión también, pero al caudal le falta un puntito. Junto a la puerta, en una percha metálica se ofrecen dos albornoces mullidos con sus zapatillas de felpa a juego.Por la mañana, en la recepción, un trámite sencillo para el pago y la entrega de la factura y la pregunta de si necesitamos ayuda para continuar nuestro viaje.

Calidad/precio: 7.5Servicio: 8Ambiente: 7.5Habitación: 7Baño: 7.5Estado de conservación: 7.5Desayuno: Valoración general: 7.5 Servicio: 8Ambiente: 7.5Habitación: 7Baño: 7.5Estado de conservación: 7.5Desayuno: Valoración general: 7.5