Ni capitalismo ni socialismo, sólo desarrollo

Publicado el 03 agosto 2016 por Jamedina @medinaloera

Cultivos de terrazas en las montañas de Enshi, China.

El pueblo de China no se detiene ante nada. Aspira a convertirse muy pronto en la primera potencia económica del mundo, y al paso que va, lo será sin duda.

Cuando llegamos a la abrupta región montañosa ubicada al oeste de la provincia de Enshi, me impresionó que las autopistas de cientos de kilómetros de longitud fueran rectas como si hubieran sido construidas en un prolongado valle.

Luego constaté que si a los ingenieros chinos se les oponen las montañas, por grandes que éstas sean, las perforan a través de extensos túneles, y si son ríos, tienden puentes que se pierden a la vista, y así los caminos resultan rectos en plena sierra, es decir, como en los tiempos de la Gran Muralla, ellos no ven obstáculos naturales en sus obras, ni siquiera en la ideología.

De ahí partí para preguntarle a una ejecutiva de las empresas turísticas que participan en el rescate de los pobres en las montañas de Enshi si de acuerdo con cierta visión occidental la economía china es en este momento el mejor ejemplo mundial de capitalismo de Estado, y respondió: “Ni capitalismo, ni socialismo, sólo desarrollo”.

Primero los caminos

A través de una carretera panorámica (en China existe el principio milenario de que los caminos siempre anteceden al desarrollo de cualquier región), arribamos a un pueblo llamado Banano, donde hace años la gente sembraba maíz y arroz, y eran muy pobres, pero ahora cultivan flores y girasol, y además, con el apoyo del gobierno y de una empresa privada, desarrollan el turismo social, lo que les ha permitido duplicar sus ingresos y salir de la pobreza.

También fuimos a Maoba, “la tierra del buen té”, un pueblo de 40 mil habitantes que cuenta con 160 empresas privadas participantes en el rescate de los pobres. En los últimos años estos campesinos también han podido duplicar sus ingresos.

En la misma zona visitamos otra industria promovida por 50 familias campesinas que desde hace 170 años se dedican al cultivo del té negro, pero que ahora exportan a la Unión Europea, y además con una agricultura ecológica, sin uso de pesticidas. Estas familias están programadas para salir de la pobreza en dos grupos: el año entrante, uno, y en 2019 el segundo.

A la región de Li Chuan, que destaca por sus cavernas únicas en el mundo esculpidas a través de millones de años por un caudaloso río, llegan dos millones de turistas al año, de los cuales sólo 2 por ciento son extranjeros (principalmente rusos y coreanos), y el resto, nacionales ansiosos de gastar sus nuevos ingresos.

Extraña que los estadounidenses, tan amantes de las cosas raras, no visiten estos lugares.

La gente quiere salir de pobre

Contrario a la percepción general en México, de que mucha gente se resiste a salir de pobre (al menos eso dicen quienes no tienen voluntad de ayudar), en China los pobres anhelan dejar de serlo, y a eso dedican esfuerzos el gobierno, la empresa privada y la sociedad en su conjunto.

javiermedinaloera.com.

Artículo publicado por el semanario Conciencia Pública en su edición del domingo 31 de julio de 2016.