Creo que Esperanza Aguirre lo ha hecho rematadamente mal metiendo en el mismo saco de los recortes a los trabajadores del Metro, empleados de empresas públicas sí, pero que tienen un convenio colectivo que hay que respetar, y creo, en fin, que el Sindicato de Conductores le está haciendo el juego a un gobierno regional que ha ido mucho más lejos de lo que le marcó el Decreto de Zapatero.
Sigo pensando que había otras medidas de presión. Cualquier cosa con tal de no darle argumentos a los que tanto odio destilan hacia los sindicatos. Los logros sociales y laborales conseguidos gracias a la lucha obrera son incuestionables. Entiendo las razones de quienes consideran que esta huelga es "justa y no salvaje" pero, como siempre estoy del lado de los más débiles, debo decir que no estoy ni con Aguirre ni con el Sindicato de Conductores, sino con la gente que está sufriendo un conflicto desmesurado. (Foto E.P)