Ni drogados.

Publicado el 04 agosto 2013 por Torrens

El Parlamento de Uruguay ha legalizado el consumo de marihuana en una decisión coreada por el griterío internacional a favor, pero sobre todo en contra. Este es un tema que debe tratarse con sumo cuidado porque hay muchos puntos sumamente oscuros, como no podía ser en de otra manera en un asunto con tantos y tan grandes intereses creados.

En varias ocasiones he mencionado el preocupante libro de Misha Glenny sobre las mafias del mundo, que publicó en 2008 después de 5 años de investigación sobre el tema y que fue bestseller y uno de los cinco libros más vendidos cerca de un año en el Reino Unido. En dicho libro el Sr. Glenny aventura una teoría que de entrada a mi me pareció descabellada, pero que cuanto más vueltas le he dado menos loca me ha parecido hasta llegar al convencimiento de que puede ser cierta, aunque tampoco estoy muy seguro, debido a mi desconocimiento de la materia.

Según él despenalizar el consumo de droga, acompañado por un control de la salud de los drogadictos e importantes campañas  para concienciar a la población sobre las consecuencias de dicho consumo, tendría un coste elevado, pero que estaría mucho más que compensado con el dinero que se ahorraría en la lucha contra el narcotráfico, porque este ya no tendría sentido porque el drogadicto tendría suministro de droga a bajo precio y con control médico. Según el autor, esto es exactamente lo que ha ocurrido en países que antes que Uruguay despenalizaron el consumo de determinadas drogas, como Holanda, Suiza o Canadá. La segunda parte de su teoría es la más inquietante y se relaciona con otra manifestación preocupante del mismo libro, cuando afirma que el gran centro de decisiones de la mafia norteamericana ya no está en Chicago sino en Washington DC, que además es asesorado por gabinetes económicos y jurídicos de mucho postín, especialistas en lobbying. La afirmación inquietante es que la inmensa cantidad de dinero generado por el narcotráfico es blanqueado y gestionado por grandes agentes financieros y banqueros en Wall Street y otros centros financieros del mundo, que no están en absoluto interesados en que se solucione el problema y reaccionan y hacen reaccionar casi violentamente ante cualquier intento de despenalización de cualquier droga, mientras pocos se quejan de la poca eficacia de la D.E.A. (La agencia federal USA de lucha contra la droga) y de sus problemas de corrupción.

El FMI ha vuelto a rebuznar y entre otros bramidos ha propuesto que en España se reduzcan los salarios un 10%. De verdad que no entiendo cómo es posible que exista gente con tan poco sentido del ridículo como los que deciden en el FMI. Después de alrededor de siete décadas de su existencia no pueden hacer la lista de ni de un solo país que haya solucionado mínimamente sus problemas o haya ni tan solo mejorado muy ligeramente su situación gracias a las recomendaciones del FMI, en cambio, se puede hacer una larguísima lista de países que han solucionado sus problemas haciendo algo distinto a lo que les proponía el FMI, otra lista muy larga de países que les han obedecido pero finalmente, y muchos de ellos a los pocos meses de seguir sus recomendaciones, se han visto obligados a cambiar de políticas porque lo que indicaba el FMI les hundía cada vez más, e incluso se puede hacer una lista corta pero significativa de países a los que no les quedó más remedio que hacer lo que mandaba el FMI, hasta que hartos de ver empeorar la situación mandaron al FMI a paseo y al día siguiente las cosas empezaron a mejorar, como les ocurrió a los argentinos mientras el siglo cambiaba de número.

¿Como se atreven todavía a emitir recomendaciones?. Cuando los jefes y burrócratas del FMI deciden sobre las medidas a tomar donde sea, en vez de hacerlas públicas deberían salir a la calle en la Avenida Pennsylvania de Washington DC y explicarles las medidas a los primeros viandantes que pasen para que puedan reírse un buen rato. En mi opinión las razones de tal fracaso estrepitoso es una vez más el politiqueo. En las decisiones del FMI juegan una serie de potentes intereses, en especial del mundo financiero, que acaban desvirtuando el resultado final.

¿Cómo se puede proponer en España una reducción del 10% en salarios?. Los tontitos del FMI no se han enterado de que los trabajadores en España son de los peor pagados de Europa. No se han enterado que nuestros problemas de competitividad tenían poco que ver con el nivel de salarios, y ese poco ya se ha ajustado. No se han enterado que el problema está en una sobreestructura pública tremendamente ineficaz a la que en muchos y altos casos se debería aplicar una reducción de sueldos y responsabilidades(?) del 100%. No se han enterado que a esta se añade otra sobreestructura política, que además nos roba, a la que también en muchos casos se debería aplicar una reducción de sueldos y responsabilidades(?) del 100%. No se han enterado del tremendo impacto negativo que dichas estructuras ineficaces y sobredimensionadas tienen sobre la creación de puestos de trabajo. No se han enterado de que esas estructuras ineficaces y sobredimensionadas encima obligan a las empresas a realizar funciones y responsabilidades que competen a la Administración, como es la liquidación de impuestos y cuotas de Seguridad Social de sus trabajadores. No se han enterado de que cualquier trámite que deba realizar una empresa le tomará un tiempo que sería absolutamente incomprensible en un país solo razonablemente poco mal organizado. Tampoco se han enterado de que en un sector tan importante en España como es

la construcción, aunque ahora esté casi parado, aparte la normativa básica, existen tantas normativas específicas distintas como municipios, al contrario que en cualquier país solo razonablemente poco mal organizado. Y podría llenar metros de página solo relacionando otras trabas a la creación de empresas y empleo de las que ni el FMI, ni la U.E. ni nuestros gobernantes en cualquier lugar del territorio se han enterado, o parecen no enterarse, o no quererse enterar.

Puedo poner un ejemplo reciente sobre quiénes son los verdaderos responsables de nuestro desastre económico. Elvira, una buena amiga y clienta de la farmacia de mi hija se quedó sin trabajo en enero de este año. Como que es una mujer espabilada e inteligente y ya se lo veía venir, antes de que cerrara la empresa que la empleaba ya tenía pensado y había empezado a trabajar sobre el que y como montar su propia empresa de servicios. A pesar de que se ha acogido a todos los mecanismos públicos de “apoyo” y “ayuda” a lo que ahora llaman emprendedores (aunque sugeriría un nombre más corto: Job, y no lo digo por la palabra empleo en inglés, sino por la paciencia que necesitan), justo a finales de julio y de cara al parón de agosto tiene ya todos los papeles para empezar a trabajar en serio. Y esto cuando dicen que apoyan a los Jobs. Creo que para entenderlo tendríamos que ir al Uruguay a drogarnos, aunque probablemente no lo entenderíamos ni así, aunque estaríamos más relajados y el cabreo habría desaparecido.

Os adjunto la última obra de arte de mi admirado Lopez Burniol, publicada en La Vanguardia del sábado 3. El artículo es sobre Quevedo, y como podréis comprobar, aunque hoy día no se mete en la cárcel o se destierra a los que critican a la Oligarquía dominante como se hacía en el siglo XVII, las críticas son escalofriantemente parecidas.

También os reproduzco un chiste de Kap aparecido en la misma edición de La Vanguardia, que no me extrañaría nada que hubiese sucedido en el mundo real, es decir, que Berlusconi pensase exactamente lo que dice en el chiste.

LVGBURNIOL 03-08-13