“ uno sigue pensando que el 11S no busca la independencia sino la impunidad de quienes, durante décadas, han practicado el latrocinio y el saqueo de las arcas públicas con infinita prepotencia y total impunidad “
Serán las 17.14 y se volverá a demostrar a toda España que ‘La Diada’ no es la fiesta de todos los catalanes. Un año más, se visualizará que la sociedad catalana está dividida en dos mitades prácticamente iguales. Una mitad, la oficial, saldrá a la calle a clamar contra el opresor y antidemocrático estado español, responsable de todos los males que afectan a Cataluña. La otra mitad, abandonada por sus gobiernos, autonómico y central, celebrará un festivo más.
Quienes participen activamente (supone adquirir el kit del buen inde e inmortalizar la marcha en las redes) en este Onze de Setembre (la primera mitad) recibirán el reconocimiento oficial como ciudadanos DEMÓCRATAS que forman parte del POBLE CATALÀ, categorías ambas que otorga en exclusiva la Presidenta del Parlamento catalán, Carmen Forcadell, o, por delegación, alguno de sus subalternos ( Lluís Llac, JordiTurull, Carles Puigdemont,… o Gabriel Rufián).
Para garantizar que, nuevamente, la jornada sea histórica, es fundamental que no decaiga el clamor popular. Esa misión, delicada, corresponde a la constelación de medios de comunicación regados generosamente con fondos públicos (de todos los ciudadanos de Cataluña, a excepción de los que se hacen un Pujol). Y no escatiman esfuerzos para adoctrinar y exaltar los ánimos (que andan así, así y hay que mantener el tinglado como sea). Antes, durante y durante ….. repetirán los mantras de rigor para que el oprimido pueblo catalán clame “ Espanya en roba, Espanya ens mata, Espanya amenaça la democràcia , Espanya ens oprimeix,… “. Bueno, este año cambiarán Espanya por l’Estat espanyol.
La otra mitad, puede que aprovechemos parte de la festividad para reflexionar acerca de nuestra mala suerte. De entre 28 estados, con más de 500 regiones y unos 500 millones de habitantes que hay en la unión europea, hemos tenido la desgracia de vivir en el único territorio que está oprimido por el Estado. Y nosotros, sin enterarnos. O puede, tal vez, que, recabando datos contrastados, nos indignemos al descubrir que el presidente oprimido cobra 145.471€ anuales mientras que el presidente opresor sólo percibe 78.967 €. Y que buena parte del gasto público catalán se ocupe en subvenciones arbitrarias, discrecionales e imposibles de auditar en la práctica. O puede, tal vez, que muchos descubran que todo esto no va de independencia sino de impunidad. De buscar la impunidad de la familia Pujol, de la familia Sumarroca, de la familia Millet, de la familia Osácar, de la familia …
Llámenme malo, pero uno sigue pensando que el 11S no busca la independencia sino la impunidad de quienes, durante décadas, han practicado el latrocinio y el saqueo de las arcas públicas con infinita prepotencia y total impunidad. Sigo pensando que la mayoría de independentistas “de buena fe” han caído en la trampa de quienes, utilizando Cataluña y sus símbolos, sólo pretenden tapar las vegüenzas del clan Pujol-Ferrusola y Convergencia Democrática de Cataluña (CDC). Mi clamor particular: ni independencia ni impunidad.
José SIMÓN GRACIA
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