Directores: Jean Lebon, Yves Hinant --- Intérpretes Principales: Anne Gruwez --- Argumento: La extraordinaria y nada convencional jueza Anne Gruwez nos lleva a la trastienda de investigaciones criminales reales. Durante tres años el equipo satírico que está detrás de la serie televisiva de culto Strip-Tease capturó lo que nadie hasta entonces se había atrevido a filmar. Sin concesiones y de un modo políticamente incorrecto. No daréis crédito a vuestros ojos. No es cine: ¡es peor! ---
En fin, una vez que el mal está hecho, asistes al trabajo diario (un recopilatorio de casos filmados a lo largo de tres años) de una pero que muy peculiar jueza (¿o es juez?), con las personas a las que debe impartir justicia, unas veces condenándoles a multas, otras dejándoles en libertad sin cargos, otras enviándoles a la cárcel, o conmutándoles las penas con servicios sociales que tienen que cumplir para reparar la pena (en casos no graves, por supuesto). Y lo hace con cierta gracia durante los primeros quince o veinte minutos, pero se le va, como no podía ser de otra manera, la chispa enseguida, y a lo largo de más de hora y media (daba para un medio metraje como mucho) asistimos a las magistrales, entrañables y a veces duras y justas sentencias.
No voy a decir que no haya escenas divertidas, sin echar cohetes, pero llega un momento en que ya cansa y deseas que finalice... pero no, sigue. En fin, que no convenció a la crítica especializada y a mucho/as espectadore/as, pero a otros sí y el Jurado del Festival de Cine de Donostia ha acabado concediendo a la juez y protagonista de este semi-documental Anne Gruwez una Mención Especial. Enhorabuena. No tanto para el Jurado, francamente.