Ni la inanidad ni la astucia

Publicado el 05 febrero 2012 por Franky
Ni Rubalcaba ni Chacón, ni la inanidad de una, ni la astucia retorcida del otro podrán gobernar y regenerar el Partido Socialista Español. Su resurgimiento necesita solvencia, preparación y moderación para centrarlo y llevarlo a una alternativa pura y patriótica de gobierno. El mandato periclitado del Gobierno de Zapatero ha cosechado las dos humillantes de­rrotas electorales del PSOE en las municipales y en las generales por el clima de enorme desprestigio de sus di­rigentes que han arruinado España económica y moralmente e infectado su gestión con la acumulación de escándalos de aquí y de allí; a ese declive electoral, según EL MUNDO. MARTES 31-1-2012, ha contribuido en gran manera la corrupción institucionalizada, en la que aparece implicada la Junta de Andalucía, con los casos de los negocios de los hijos de Chaves y las prejubilaciones falsas; un asunto que afecta directamente al ex presidente Chaves y a Griñán como ex consejero de Eco­nomía, que fue avisado hace tres años de las irregularidades en los expedientes por la Intervención General del Es­tado, pero no quiso enterarse ni trató de averiguar lo que ocurría ni depuró responsabilidades para iniciar la regeneración. Que una instancia administrativa del Estado desvíe mil millones del paro para los repartos personales de los ERES, es un asunto gravísimo. Toda la estrategia de Gri­ñán se ha basado en retrasar las elecciones hasta el má­ximo posible con la esperanza de que las inevitables polí­ticas de ajuste de Rajoy favorezcan los intereses electora­les del PSOE en Andalucía, que tras más treinta años ha convertido la democracia en un régimen clientelista de nuevos caciques, amos de su cortijo, amparados en esa cultura del subsidio que tan buen resultado les ha dado. La principal herencia que dejan es la nefasta situación económica de España y de Anda­lucía, que tiene un 31 % de paro, el porcentaje más alto de la UE; además, de que la deuda de esa Comunidad alcan­zará a finales de este año la impresionante cifra de 25.000 millones de euros, según estimaciones del propio Javier Arenas, que ha denunciado el impago de facturas y el recorte de servicios públicos en los últi­mos meses; las arcas de la Junta de Andalucía están ex­haustas, pero ello no impide que las autoridades sigan gastando cantidades ingentes de dinero en mantener su clientela, en subvenciones inútiles y en dispen­dios disparatados como la rehabilitación del Palacio de San Telmo, sede de la presidencia. Aún más, se han detectado numerosas irregularidades en la empresa, Invercaria de la Junta de Andalucía, en un nuevo escándalo de corrupción en el seno del Gobierno Andaluz; los datos apuntan a los mismos vicios del fondo de reptiles en el reparto de millones sin las exigencias legales de publicidad y transparencia; el asunto remite de nuevo al enquistamiento del régimen; es la clara trapacería de un Poder que sólo le interesa su perpetuación, al margen de la desesperada situación que soporta esta crucificada sociedad, afirma el “Mundo 2-2-12”.

El socialismo español requiere un dirigente con valor, formación e inteligencia que propicie un cambio de rumbo para establecer los fundamentos de una economía competitiva y regeneradora; un personaje con destreza y experiencia que esté dispuesto a emprender en profundidad las transforma­ciones que requiere España y con ella Andalucía y no se conforme con un cambio meramente cosmético. El PSOE, que ha podido modernizar y afianzar nuestra democracia, ha fracasado de lleno, al no saber aco­meter las reformas necesarias para devolver la independencia judicial, avivar la economía, crear empleo y hacer brillar la ejemplaridad de los gobernantes.

La situación de España necesita en los dos partidos mayoritarios hombres valiosos y con visión de Estado que vitalicen y reformen la economía y la ética, librándolas de los diferentes problemas que nos acosan. Han de colaborar e inspirar el aire nuevo, la ilusión y la solidez que asienten las premisas de cambio y unidad limpiando de mangantes y derrochadores la administración; habrán de reducir gastos, reestructurar el sector público y reformar el sistema administrativo, las “autonosuyas” no son viables; suprimir Tvs o privatizarlas, las pensiones vitalicias de los altos cargos y las subvenciones a los sindicatos y rebajar los sueldos a los políticos y parlamentarios al mínimo; pregunten a quienes tienen que vivir con mil euros o menos a ver qué les dicen.



C. Mudarra