Ni quien observa, ni quien es observado, es descifrable

Por Elircourt


En las "arenas desérticas" de Egipto le sostuvo [Clarice] la mirada nada menos que a la propia Esfinge. «No la descifré, escribió. (...)« Pero tampoco ella me descifró a mí».
              Clarice Lispector
(en POR QUÉ ESTE MUNDO. UNA BIOGRAFÍA DE CLARICE LISPECTOR. Benjamin Moser. Traducción del inglés de Cristina Sánchez-Andrade.)