Ni rienda ni jierro encima

Publicado el 07 marzo 2018 por Elcabrero @JoseELCABRERO

Todos los discos de El Cabrero tienen en común una serie factores que definen su forma de hacer: nunca se ha plegado a las “sugerencias” o propuestas de las discográficas y productores en la elección de estilos de cante, textos,  o acompañamiento.  Con dos excepciones: la Antología de cantes de Huelva, que tuvo de asesores a Antonio Sousa, Antonio Fortes y Onofre López , y en los discos de tango porteño,  cuyos arreglos y acompañamiento confió a Daniel Giraudo, aunque la elección de los tangos fue suya.

Ya contamos aquí cómo su primer disco fue fruto de la acuciante necesidad y se convirtió en el primero (no sé si el único) que se grabó a cambio de que la Discográfica asumiera los gastos de parto de una mujer, en este caso, yo.

Si el primero fue por esa “permuta”, todos los demás hubo que sacárselos poco menos que con forceps porque a El Cabrero, básicamente, no le gusta meterse en un estudio.  Y, como único argumento: Yo se lo llevo a la gente fresquito y en directo. No entiende – o se niega a entender – el significado de la palabra promoción y, es muy diligente para cantar una noche la copla escrita horas antes, de camino al festival, pero extremadamente perezoso para memorizar un disco entero. Luego,  ya metido en la grabación, lo hace con pasión y profesión pero, hasta llegar al primer día de estudio, todo es cuesta arriba.

Puedo afirmar todo esto porque tengo el placer y el honor de haber coordinado todos los discos grabados por El Cabrero, salvo el primero, aunque no los haya producido yo.

Y, otro de los factores que tienen en común todos sus trabajos, a excepción de, Ni rienda ni jierro encima, es la forma de iniciar la producción: El Cabrero decide los estilos que quiere grabar y servidora rebusca, entre las letras que tenemos,  aquellas cuya métrica se acopla a los cantes elegidos y el texto al “ambiente” del disco y, si algún estilo queda huérfano, se escribe ad hoc: como ejemplo, la Mariana, “El río de los flamencos”, de Pastor de nubes.

Cuando le propusimos grabar un nuevo disco, se lo pensó: A los cantes que grabé de joven, a mis setenta y tres tacos sólo les puedo aportar… sentimiento, técnica y, claro, experiencia… pero mientras me queden cosas que decir lo voy a hacer: a ver qué letras hay por ahí. Y, por primera vez en su historia, seleccionamos los estilos de cante en función de los textos previamente elegidos por él, y no a la inversa. No tiene importancia, pero sé que a los “cabreristas” os gustan estos detalles.

Otra de las particularidades de Ni rienda ni jierro encima es la inclusión de un tema, La coplera del prisionero, de Armando Tejada y Horacio Guarany, que no va aflamencado, aunque lo acompañe Manuel Herrera a la guitarra.  Forma parte de otro proyecto en desarrollo y por eso figura como bonus track.

Es un disco hecho en familia y entre amigos. Lo presentamos el 17 de marzo en el Festival Barnasants y no hubiera sido posible sin la ayuda de cuatro músicos, roqueros, que se involucraron a tope: Kutxi Romero y Kolibrí, de los Marea, Víctor BichoZ y nuestro hijo Zapata. Gracias a los cuatro por regalarnos su tiempo y su talento.

Próximas presentaciones de Ni rienda ni jierro encima:

17 de marzo, Barcelona, Auditori Festival de cançó Barnasants

19 de mayo, Burlada, Casa de la Cultura

El digibook Ni rienda ni jierro encima se pondrá a la venta el 19 de marzo exclusivamente en nuestra tienda online: www.atipicosutopicos.com