Que nadie se sorprenda si tenemos un fuerte brote de gorilismo por estos días. Para fines de agosto se viene el tole tole, con la denuncia pública que hará el Gobierno por el asunto de Papel Prensa y los supuestos delitos de lesa humanidad en el que podría quedar implicado Magnetto; también se va a armar quilombo en el Congreso sobre todo si la oposición logra arrebatar las facultades delegadas. Hasta ahora, el gorilismo se mueve entre las sombras. Solo aparecieron los gorilas más reaccionarios, los ultra, aquellos que trinan ante el avance de los juicios a los represores de la dictadura, que se indignan ante la visita del juez Baltasar Garzón y blasfeman contra la candidatura para el premio Nobel de la paz a las Abuelas de Plaza de Mayo. Ante la perplejidad de cualquier discípulo de Darwin, los gorilas de nuestro país no evolucionan sino que siguen asumiendo su clara postura antipatria y fascista. Si durante la “dictadura" de Perón, conspiraban para regresar a los tiempos de la década infame, ahora se retuercen de ira ante la “dictadura K”, añorando los tiempos neoliberales del menemismo.
Un botón basta de prueba:
Para que comprueben lo manifestado anteriormente, quería compartir con ustedes un fragmento de un libro editado en los sesentas llamado “Manual del Gorila” de Carlos del Peral.
"Cristianismo
Conviene en general que el gorila, crea en el cristianismo, particularmente en cuanto se refiere al mundo occidental y cristiano, o a que la mujer del gorila no lo engañe; pero es preciso terminar de una buena vez con una serie de errores populares, cuya versión gorila correcta es la siguiente:
1) Cristo no era un pobre carpintero, sino un joven patricio romano, de una de las mejores familias, y desde luego no era judío.
2) Cristo, no echó a los mercaderes del templo: sabiendo que eran los más firmes defensores del mundo libre, se alió con ellos para reprimir severamente el comunismo.
3) El amor al prójimo, la caridad, la recomendación de abandonar las riquezas y eso del camello y el ojo de la aguja eran solamente la demagogia elemental de un político hábil.
4) La estrella de oriente pasa a llamarse “Estrella de Occidente”.
"Mercenarios
Los gorilas no son mercenarios. Los mercenarios usaban arco, flecha, honda, y escudo, y se daban el nombre de mercenarios, sólo que escrito “mercenarii”, porque la palabra es latina. Otras diferencias son las siguientes:
a) Los mercenarios ganaban solamente su sueldo de soldados.
b) Los mercenarios corrían graves riesgos.
c) Los mercenarios no tenían retiro ni pensiones.
d) Los mercenarios no luchaban específicamente contra su país, sino contra cualquiera". ni siquiera la involución de las especies