Las listas lo aguantan todo, las estanterías no tanto. Ayer apilé los libros que he ido acumulando en los últimos meses, de una forma u otra, y que aún no he terminado. Algunos están empezados, otros mediados y la mayoría sin estrenar. Hago el propósito público de que no entre NI UNO MÁS. Me mantendré alejado del Kindle un tiempo y, por favor, que nadie me envíe ni me preste libros hasta nuevo aviso. Guerra al picoteo y a la ansiedad acumulativa que impide disfrutar y aprovechar cada lectura. Esto lo vamos a arreglar. Palabra.