"La policía de Niceville tardó menos de una hora en localizar a la última persona que vió al chico desaparecido. Era un comerciante de nombre Alf Pennington, propietario de una librería de viejo en North Gwinnett, cerca del cruce con Kingsbane Walk. Eso quedaba en la ruta que el muchacho, que se llamaba Rainey Teague, solía tomar para ir del colegio Regiopolis a su casa en Garrison Hills."
Hoy traigo uno de esos libros que tras ver la portada y sinopsis te dejan la sensación de estar ante una lectura que promete hacer pasar horas entretenida. De hecho busqué el título online y lo primero con lo que me topé fue con Niceville... Florida. El espejo real del nombre de la ciudad que da título al libro que traigo hoy. Hoy traigo a mi estantería virtual, Niceville.
En la pequeña y tranquila ciudad de Niceville desaparece un niño llamado Rainey, adoptado por una de las cuatro familias fundadoras de la ciudad. Nick, un exmilitar ahora encargado de la desaparición, se irá topando con algunos puntos inexplicables en la investigación que irán extendiéndose por la ciudad. Una ciudad en la que, para tener un nombre tan bucólico, se atracan bancos, hay tiroteos y muchos, muchos secretos.
Bueno, pues bienvenidos a Niceville, un lugar que se va revelando poco a poco como una ciudad oscura, con un índice de desapariciones absolutamente demencial. El autor nos hace un retrato sin prisa de la ciudad a través de varias historias, todas ellas con elementos de intriga o novela negra y, en muchos casos de ciencia ficción. Aún así, entre el terror y la novela negra, establece una fina línea que no traspasa incluyendo demasiados elementos sobrenaturales, simplemente los justos para que podamos juzgar el hecho de tanta maldad en una ciudad. Porque a medida que avanzamos vemos que en Niceville hay un problema de falta de sentimientos, ya sean buenos o malos. Hay asesinos, exmilitares, pederastas, víctimas inocentes y no tan inocentes, jueces reales y maltratadores, y otros cuyo tribunal es el veredicto que ellos mismos decidan dar... Así es la ciudad que nos presenta Carsten. Una ciudad que poco a poco nos describe cada vez menos, dejando caer esa imagen bucólica que podríamos habernos creado.
Es una novela concebida para periodos de relax en la que se abren muchas tramas que se van cruzando y en la que los personajes "malos" son tremendamente atractivos. Lo habitual en estos libros es que sigamos al bueno, Nick en este caso. Pero no es así aquí, lo que realmente me llamó la atención fue la maldad, el lado oscuro de las personas que les lleva a actuar de un modo u otro y, a partir de cada uno de sus actos, ir cercando una historia que parecía tener muchos frentes abiertos. De hecho, de las dos grandes historias diferenciadas del libro, la desaparición y el atraco, me quedo con la segunda. El autor daba la sensación de sentirse más cómodo en ese campo pese a ser mucho más complejo y violento que la primera historia. La desaparición tiene un tinte clásico, con un corte sobrenatural sí, pero no deja de tener el regusto a clásicas historias de secretos y mentiras tras los visillos de las casas elegantes. El nexo de unión no es sólo la ciudad, sino el tipo de personajes que nos presenta el autor, personas duras y fuertes que no tienen demasiados escrúpulos a la hora de tomar decisiones. Como si Niceville tuviera ese efecto sobre sus ciudadanos.
Sin ser trepidante, me la leí en apenas un par de días en la playa, ya que es perfecta justo para eso, desconectar y dejarse llevar sin hacer demasiadas preguntas por una ciudad en la que incluso su nombre es un juego: Niceville. Reconozco que esperaba mas una historia de intriga y desapariciones al uso, tal vez por eso me costó hacerme con la novela, pero al final... es imposible no querer saber lo que sucede en esa bonita ciudad.
Y vosotros, ¿qué estáis leyendo esta semana?
Gracias