Producido por él mismo y lanzado en marzo de 1978, "Jesus of cool" es un muestrario del versátil talento del músico oriundo de Surrey.
De hecho, la tapa muestra a nuestro héroe en varias facetas, tantas como los estilos que recorren sus canciones. "Music for money" presenta un riff agresivo para denunciar (como a lo largo de varios temas del álbum) las inequidades e injusticias de la industria discográfica. Luego tenemos la amable cadencia de "I Love the Sound of Breaking Glass". Dos humores bien distintos a los que se suma la fina ironía de "Little Hitler", el hit "So It goes" y coqueteos reggae como "No reason".
Como dato para melómanos, "Jesus of cool" fue retitulado "Pure pop for now people" para su edición en Estados Unidos.
Pero hay mucho más en un disco homogéneo y de gran nivel. "Crackin up" es un psycho rock bien 60´s para hablar del "no va más" en materia de excesos ("no pills that I can take/ this is too real and there ain't no escape").
En la misma vena rockera tenemos la inspiración country de "Born fighter", "Without love" (versionada por Eddie Spaghetti de los Supersuckers) y "Switchboard Susan", mientras que la habitual dulzura pop de Lowe dice presente en "Skin deep". Hay que rescatar aquí el apoyo de una gran banda, versátil y rockera, integrada por Dave Edmunds y Billy Bremmer en guitarras y coros y Terry Williams en batería, además del propio Lowe en bajo.
Canciones simples e irresistibles tocadas de manera básica y urgente: la fórmula que influiría a la naciente New Wave. Esa que Nick Lowe ya había anticipado unos cuantos años antes.