
Nick Waterhouse ha editado nuevo álbum, homónimo, el 8 de marzo, como he ido adelantando con diferentes y extraordinarios temas. Es el cuarto trabajo de estudio de este músico nacido en Santa Fe, California, Estados Unidos, que tiene muy claro qué estilo de música le gusta y como quiere que suene. El álbum ha sido producido por Paul Butler y ha contado con músicos de alto copete para esta grabación, además es un disco influido por al amor e indignación que ahora impera en su país, EEUU, con la situación reinante desde que gobierna Trump, y ante la cual muestra su rabia el bueno de Nick.
Musicalmente es otra joya, con ese soul añejo que practica con voces femeninas que le sientan de vicio y esos instrumentistas que lo bordan, con una sección de vientos en concreto siempre impecable. Para el que escribe, el primer gran disco del año, sin ningún lugar a la duda.

Wreck the rod sigue la misma línea con ese soul añejo y las voces femeninas muy destacadas más un piano que aquí lleva la melodía de manera genial. Witch was writ con un ritmo de arpegios de guitarra que lo introduce, empieza lento, y unos coros que lo embellecen, hacen del tema un contrapunto en el disco. Man leaves town vuelve a la senda del ritmo, otra maravilla de tema con onda alegre y que hará bailar al más sosaina. Thought & Act relaja el ritmo, tema más oscuro y decadente, otro momento de ligero relax en el disco pero para nada despreciable. El Viv recupera fuerza y ritmo, con una guitarra que puntea y marca el ritmo además del resto de la banda que suena a mil por hora, deliciosa tonada instrumental. Wherever she goes termina el trabajo con ese aire alegre, saltarín y bailongo, otro tema para cantar todos juntos y disfrutar.
En definitva que este músico nunca decepciona, no tiene disco malo y este no iba a ser una excepción, música extraordinaria, aires viejunos y acabados preciosos en todas las canciones.Os dejo con el tema Man Leaves Town en vivo en KCRW.