Esta es la historia de Nico:
Nico nació y debía ser una bolita de pelo preciosa, un osito de peluche que cualquier persona desearía arropar entre sus brazos. Creció, y se convirtió en un precioso perro, que sigue pareciendo de peluche, pero enfermó, se le empezaron a poner los ojitos malos, le supuraban y se le hacían feas legañas….
Nico dejó de ser guapo, ahora era feo, y daba “asquito”…. Por lo tanto, Nico ya no merecía vivir en su casa, ya sobraba, porque llevarlo al veterinario supone demasiado esfuerzo, y no merece la pena por un simple perro. Así es que sus “dueños”, decidieron abandonar a Nico….
Nico tiene leishmania, nunca se le ha tratado, de ahí su dermatitis en la cara. Ahora ya está en tratamiento, y dice el veterinario que en unas semanas estará como nuevo, no quedará ni rastro de esos ojitos tristes y dañados. Con su tratamiento, Nico podrá tener una vida completamente normal.
Es el perro más bueno del mundo. No se quejó en ningún momento de todo lo que se le hizo, no mostró ni pizca de agresividad, es pura dulzura, solo quiere estar pegadito a nosotros, como sintiendo que estamos cerca.
Ahora se recupera en el refugio, aunque con el polvo que hay, el invierno y el frío, no es el mejor sitio. Además se nota que es un perro casero, y está muy muy triste en un redil.
Ojalá encuentre alguien a quién no le importe verle esa carita, que tenga paciencia y le cuide para que desaparezcan esas marcas y vuelva a ser el osito de peluche que era antes.
Nico es un cruce de Chow Chow, tiene una preciosa lengua azul y apenas llega por la rodilla.
Pesa 15 kg. ¿Le adoptas?
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