La Habana (PL) Por Odalys Troya Flores*. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, concretó una gira por Uruguay, Argentina y Brasil, países miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur), con la cual patentizó el interés de su Gobierno por afianzar el camino de la integración regional.
Acompañado por su canciller, Elías Jaua, el jefe de Estado fue consecuente con el discurso de asunción y de campaña electoral al dar continuidad a la obra de Hugo Chávez, quien lideró un inusual proceso de unidad latinoamericana.
En las tres naciones, visitadas del 7 al 9 de mayo, Maduro firmó acuerdos de cooperación que van más allá del plano económico, pues todos están marcados por la complementariedad entre vecinos y por el énfasis en lo social con la finalidad de alcanzar el desarrollo de los pueblos.
En Uruguay, la primera escala de su gira, junto a su par José Mujica firmó cinco convenios entre las estatales Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (Pdvsa) y Ancap, y otros sobre alimentación, comercio, puertos, salud, ciencia y tecnología y defensa.
Maduro destacó las ventajas del Sistema Unificado de Compensación Regional para los países del Mercosur, pues se trata de un mecanismo financiero que facilita el comercio, las inversiones y demás asociaciones, sin la dependencia del dólar.
Los mandatarios resaltaron el proceso integracionista del bloque, cuya presidencia pro témpore Uruguay traspasará a Venezuela el 28 de junio próximo, en Montevideo.
En Argentina, Maduro y su homóloga, Cristina Fernández, rubricaron una docena de acuerdos que amplían y profundizan los nexos de los dos países.
Sellaron dos convenios de asociación en materia energética: uno entre Pdvsa Industrial y Pampaco de Argentina S.A., y el otro entre Pdvsa Industrial y Y Tecnical Oil Field Service de Argentina.
También suscribieron una alianza estratégica para el desarrollo de servicios tecnológicos, firmaron un acta de compromiso a fin de realizar diversas acciones conjuntas en materia alimentaria, entre otros pactos que dinamizan el intercambio bilateral.
Fernández y Maduro coincidieron en resaltar el significado y los beneficios que tendrán para sus pueblos los acuerdos alcanzados en aras de la complementación e integración mutua.
"Esos convenios profundizan la relación para utilizar la complementariedad casi perfecta entre nuestros países, como decía el presidente Hugo Chávez", manifestó Fernández tras la reunión y la ceremonia de firma de los acuerdos.
De igual modo, en Brasil, la jefa de Estado, Dilma Rousseff, reafirmó el compromiso de impulsar los vínculos y consolidar la asociación estratégica entre los dos países.
Ambas partes acordaron fortalecer la colaboración en los sectores de alimentos, energético, petrolero y agrícola, y apoyar en el desarrollo social y la construcción de viviendas en Venezuela.
Como parte de los convenios, Brasil y Venezuela acordaron sellar un acuerdo para construir una planta de fertilizante que producirá 1,5 millones de toneladas anuales de urea en el estado venezolano de Anzoátegui con miras a impulsar la producción en el campo.
Se trata de un salto gigantesco, "porque no solamente es urea, fertilizante para la producción de esta revolución agroalimentaria, sino para el norte, el nordeste de Brasil", resaltó Rousseff.
Su país junto con Venezuela, juegan un papel fundamental en la unión de Latinoamérica y el Caribe, tal como lo soñaron "nuestros antepasados y nuestros pueblos", afirmó la gobernante.
Venezuela y Brasil tienen un rol fundamental que desempeñar en este camino "impulsado por todos nosotros" que es un "camino del crecimiento económico, la inclusión social y el fortalecimiento democrático", enfatizó Rousseff.
Maduro respaldó la implementación de un modelo económico regional adaptado a la corriente actual del continente, basado en la experiencia brasileña.
"Debemos aprovechar la experiencia de sus técnicas de siembra, de seguimiento, de riego" y extenderla por toda la región con miras a lograr la seguridad alimentaria, apuntó.
Sobre la base de las nuevas visiones del trabajo en la región, llamó a aunar esfuerzos para unir en un "bloque" los sindicatos de América Latina. Advirtió -durante su estancia en Uruguay- sobre los riesgos de una derecha cada vez más "peligrosa" en el continente.
Llamó a los trabajadores de la región a crear una gran central sindical de América Latina y el Caribe en el contexto de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y del Mercosur y otros mecanismos de integración, y dijo que los sindicatos de todos los países deben unirse.
En este recorrido, el Gobierno venezolano ofreció al Mercosur un enorme mercado con reservas de petróleo y gas, y una economía con más de 350 mil millones de dólares de Producto Interno Bruto.
Como parte de la agenda que su Gobierno desarrollará cuando asuma la presidencia pro témpore del bloque, el gobernante venezolano destacó que será una prioridad apoyar a países con economías más pequeñas como Paraguay y Uruguay.
Venezuela buscará aminorar asimetrías, mejorar el acompañamiento financiero y desarrollar los sectores que necesiten más atención.
Al valorar el auge de este mecanismo que se consolidó con la entrada de Venezuela, el pasado año, aseguró que "la huella" de Chávez, quien consideraba al Mercosur "como un gran motor económico de la nueva geopolítica", está "fresca" en la región.
*Jefa de la redacción América del Sur de Prensa Latina.