Podría comer pasta todos los días. Por gusto. Sin cansarme. Y cómo me voy a cansar si con la pasta ¡las posibilidades son infinitas!
Me he dado cuenta que tengo relativamente pocas recetas de pasta en el blog, ¡con lo que me gusta! Y las mil variedades que hay. Así que poco a poco vamos a ir poniéndole solución a esto, y compartiré con vosotros todas esas recetillas de pasta que me roban el paladar. :)
Y vamos a empezar por todo lo alto. Con esta receta de nidos de pasta con gambas, setas y tomates cherry. Os recomiendo que utilicéis gambas frescas. Si por lo que sea las usáis congeladas, que sean enteras (no de las peladas, pues absorben mucho líquido que sueltan luego en la cocción, y que las descongeléis primero sobre un colador.
Para mi la guindilla es imprescindible y le da un toque distintivo al plato, pero si no os gusta el picante, la podéis suprimir, aunque se quedará un plato con un poco menos de carácter.
¡A cocinar!
- 250gr de nidos al huevo y espinacas (mezclados)
- 350gr de gambas frescas
- 1 puerro
- 1/2 cebolla
- 4 o 5 dientes de ajo
- 250gr de setas
- 10 o 12 tomates cherry
- 1 guindilla
- 1 rama de orégano fresco
- 1 hoja de laurel
- aceite de oliva
- queso parmesano rallado (opcional)
En primer lugar, quitamos las cáscaras de las gambas. Es la parte más laboriosa de la receta, y tenemos que tener en cuenta que hay que echar ese ratillo al calcular el tiempo de elaboración de la receta.
Lavamos y troceamos el puerro, la cebolla y el ajo.
En una sartén ponemos unas cucharadas de aceite de oliva y salteamos la guindilla 20 o 30 segundos. Para con seguir un extra de picante, podemos hincarle la uña a la guindilla antes de echarla al aceite. Añadimos también los ajos picados y cocinamos hasta que estén dorados.
Cuando el puerro empiece también a estar tierno, incorporamos las gambas, con un poquito de sal y mezclamos bien. Cocinamos hasta que las gambas estén bien hechas. Es el momento de añadir las setas al guiso, junto con el orégano fresco. Rectificamos de sal y dejamos cocinar a fuego medio bajo hasta que las setas hayan soltado todo el líquido.
Cuando las setas hayan soltado todo el líquido, y este se haya evaporado, incorporamos los tomates cherry a la sartén y sofreímos durante 2 o 3 minutos, hasta que los tomates se hagan un poco sin llegar a pocharse.
Para evitar sorpresas mientras estamos comiendo, retiramos ahora la guindilla del guiso, aunque si habéis decidido abrirla, seguramente se habrá desecho entre las verduritas y tendréis un toque picantito de verdad.
Vertemos ahora los nidos de pasta sobre el guiso y mezclamos bien. Apagamos el fuego y servimos inmediatamente.
Opcionalmente, podemos espolvorear un poco de queso parmesano rallado por encima, aunque os aseguro que está riquísimo así tal cual.
Si no es entre-semana, o no tenemos que trabajar ni conducir, no hay nada mejor para acompañar este delicioso plato que una buena copa de vino tinto.
¡Que aproveche, Calderer@s!