Admiraré el encantamiento de la belleza de esta época mágica y grabaré para siempre sus imágenes en mis retinas. La Navidad me tiende su mano y yo acepto la invitación, alejada de la marabunta humana, del frenético consumismo, de la descarnada idolatría. Nieva en mi interior y la nieve se funde al llegar a mis arterias y a los valores que me amarran al camino más inescrutable pero que tan libre me hacen sentir. Algún que otro invierno al calor de la lumbre, la nieve especial en un pueblo especial, la complicidad familiar, el chocolate con churros en la madrugada, la vida a las puertas de un sentimiento teñido de blanco. Me quedaré por un tiempo anclada en la Navidad, en sus historias y sus milagros, como si mi vida se detuviera en mitad del silencio invernal y encontrará su sitio en una foto de postal. ¡FELIZ NAVIDAD!
Admiraré el encantamiento de la belleza de esta época mágica y grabaré para siempre sus imágenes en mis retinas. La Navidad me tiende su mano y yo acepto la invitación, alejada de la marabunta humana, del frenético consumismo, de la descarnada idolatría. Nieva en mi interior y la nieve se funde al llegar a mis arterias y a los valores que me amarran al camino más inescrutable pero que tan libre me hacen sentir. Algún que otro invierno al calor de la lumbre, la nieve especial en un pueblo especial, la complicidad familiar, el chocolate con churros en la madrugada, la vida a las puertas de un sentimiento teñido de blanco. Me quedaré por un tiempo anclada en la Navidad, en sus historias y sus milagros, como si mi vida se detuviera en mitad del silencio invernal y encontrará su sitio en una foto de postal. ¡FELIZ NAVIDAD!