Nieve en otoño de Irène Némirovsky

Publicado el 28 junio 2013 por Nina @NinaRapsodia
Nieve en Otoño de Irène Némirovsky
Editorial Salamandra ~ 9788498383102
La anciana Tatiana Ivanovna ha dedicado toda su vida a servir a sus señores, los Karin, a quienes ha visto nacer y crecer en la mansión de Sujarevo, en las inmediaciones de Moscú. Cuando la familia se ve obligada a huir por la Revolución de Octubre, la fiel criada termina por reunirse con ellos en París, donde, a pesar de que los Karin han perdido su posición social y su fortuna, continúa a su servicio en el modesto apartamento en que residen. Supervivientes de un mundo perdido, los Karin y su sirvienta necesitarán olvidar para salir adelante, pero la vieja Tatiana nunca deja de soñar con su tierra natal, ni de sufrir para adaptarse a la vida en un lugar donde las primeras nieves no llegan hasta pasado el otoño.  
Soledad parisina
Creo que unas de las cosas que más me gustan de esta autora es que tienen obras muy cortas pero maravillosas. Ya me he declarado fan de la autora y he leído obras suyas, como El baile y El ardor de la sangre y las dos me han demostrado el talento que tenía Irène. Y Nieve en otoño lo acaba de comprobar.
Esta historia es muy corta pero muy intensa. Lo que siempre me maravilla es la gran capacidad de la autora para contarnos el pasado y hacernos empatizar con los personajes en tan pocas páginas. Como reza la sinopsis, en los años posteriores a la primera guerra mundial, en 1917 empieza esta preciosa historia. Conoceremos a Tatiana, una anciana que ha sido la encargada de criar los niños de una acomodada familia rusa. Una anciana recia y silenciosa que tiene que vivir una situación difícil que jamás imagino que le sucedería: emigrar de su tierra natal a un lugar extraño en el que se siente una completa extranjera: a Paris. Creo que esta historia tiene mucho paralelismo con la vida de la autora, ya que ella también emigró con su familia a París luego de la revolución de Octubre.
Como este es un relato corto a mi parecer, se lee con una rapidez asombrosa. Como ya he dicho adoro la prosa de Irène Némirovsky. Es poética, pausada mas no aburrida y siempre logra que me traslade a los lejanos parajes nevados rusos y luego a las frias calles parisinas. He encontrado cierto paralelismo con Stefan Zweig, autor que adoro y que también retrata con una gran maestría las pasiones y sentimientos humanos. Esta es una historia sobre la soledad y la tristeza de dejar el hogar. No deseo contar más sobre esta corta novela, sobre todo puedo decir que me ha sorprendido y me ha dejado con esa sensación agridulce pero reconfortante en el cuerpo. Imperdible.