Resulta en cierto modo irrealista que el debut de un director en el cine tenga tanta repercusión con su primera película como está sucediendo con Nightcrawler (pinchar para ver el trailer). Y no es para menos, porque el gran trabajo de Dan Gilroy –tanto en la dirección como en el guión de la película– está obteniendo sus frutos con nominaciones a los premios más importantes del panorama actual y cautivando al público cinéfilo en su mayoría. Aunque en los Oscar 2015 tan sólo se encuentra nominada a Mejor guión original, resulta un tanto engañoso que no esté en otras categorías como montaje o incluso mejor actor, a pesar de la intensa competencia en esta última. Todos estos logros los consigue con una increíble puesta en escena de Jake Gyllenhaal –actor que se encuentra sin duda alguna en la etapa dorada de su carrera–, y con una trama que analiza en todo momento el comportamiento humano y su implicación en la sociedad.
Es indudable la influencia que Martin Scorsese ejerce sobre el director novel, que presenta multitud de referencias al gran cineasta estadounidense. En base al mismo inicio de Taxi driver (Scorsese, 1976) –que se mostraba la ciudad de Nueva York a través de un taxi–, Gilroy comienza con una lenta visualización de la ciudad de Los Ángeles, mostrando planos panorámicos y encuadres de distintas zonas residenciales acercándonos hacia el punto de comienzo donde se encuentra el protagonista. La visión que expone sobre la sociedad del momento –otro de los aspectos destacables del filme– se trata de una sociedad que imposibilita la oportunidad de triunfar a una persona considerada inferior por aquellos que triunfan en un universo inalcanzable. Así pues, la personalidad inconformista de Lou Bloom choca en todo momento con la sociedad, lo que conducirá a una mayor ambición por su parte para cambiar su entorno.Por otra parte el personaje de Lou Bloom, protagonizado por Jake Gyllenhaal, posee serios parecidos al de Travis Bickle creado por el guionista Paul Schrader. Se trata de una persona solitaria, que se dedica a robar todo tipo de material para después venderlo, y que a priori muestra una actitud ambigua respecto al resto de personas. Sin embargo también es una persona inteligente y con bastante seguridad en sí mismo, donde además Gilroy incide en mostrar un carácter ambicioso que el protagonista utilizará para alcanzar su objetivo de reintegrarse en la sociedad. Este sentimiento de integración se verá contrastado con un enfoque misántropo hacia la realidad, en el que Lou por mucho ímpetu no consigue superar su poco afán de sociabilidad. Un ejemplo perfecto de este comportamiento se ve reflejado en la escena que, tras perder la exclusiva de un accidente aéreo, está frente al espejo –al igual que Travis en Taxi driver– y se desespera de una manera de lo más perturbadora, luchando contra sí mismo. En este contexto el director estadounidense introduce ciertos tonos de humor en Lou, que compactan su personalidad para compensar esa insociabilidad.
8/10