Egipto es un clásico de los viajes. Tendría que ser una parada obligada para todo viajero.Nosotros hicimos un combinado de crucero por el Nilo y Cairo.
Para ir a ver el famoso templo de Abu Simbel hay que hacer un pesado trayecto en coche o bien coger un avión. Nosotros teníamos contratado el vuelo pero por condiciones meteorológicas nos lo anularon y fuimos en furgoneta.
Es bonito el templo, pero encuentro que hay algunos más interesantes como el templo de Hatsheput que es tristemente conocido por el atentado en el año 1997 o eltemplo de Karnak con sus columnas.
Karnak
El trayecto en barco por el Nilo es bonito ya que se ve como las en las orillas hay trozos de tierras fértiles y más allá todo es puro desierto.
Orillas del Nilo
Una vez que se llega a la capital el escenario cambia. Dejamos de banda el relax de los templos y el crucero para adentrarnos en un caos circulatorio, bazares con olor de especies, mezquitas preciosas y las impresionantes Keops, Kefren y Micerino.
Entre las mezquitas del Cairo destacaría la Mezquita de Alabastro.
Mezquita de Alabastro
El antiguo bazar de la ciudad ( Khan el Khalili) esta ahora repleto de turistas pero es divertido de visitar, tomarse un té o aprovechar para comprar algún recuerdo del país.
Las pirámides se encuentran en Giza y hay algunos hoteles cercanos a ellas. Es una zona más tranquila para hospedarse si se quiere huir del caos del Cairo. La primera vez que ves las pirámides te sorprende tener delante los tres monumentos que has visto miles de veces. Realmente son enormes y al estar a sus pies te siempre te acabas preguntando:
¿Cómo lo hicieron?
Para viajar a Egipto es mejor evitar los meses de mayo a octubre ya que hace mucho calor. Las visitas a los templos se hacen muy pronto para no encontrarse con las horas de más sol.
Nuestra experiencia con el pueblo egipcio fue buena. En los bazares y la mayoría de tiendas hay que regatear. Para moverse por la capital vale la pena usar taxis ya que son baratos.
Un viaje muy recomendable, económico y a pocas horas de vuelo.