Nimiedades

Por Siempreenmedio @Siempreblog

30 junio 2013 por paushada

La única ventaja de las grandes tragedias personales es que hacen que uno reajuste su lista de prioridades.

Esas agonías porque no sé si el mes que viene estaré o no trabajando desaparecen cuando se es consciente de que ni siquiera sé si el mes que viene estaré aquí.

Las susceptibilidades del otro porque considera que has hecho un daño en el que tú ni siquiera habías pensado pasan a ocupar un espacio tan pequeño que ni te percatas.

La capacidad del hijodeputa de turno para hacerte daño desaparece cuando caes en la cuenta de que el citado hijodeputa lo que merece es lástima porque, probablemente, tiene una vida vacía y se morirá más solo que la una.

Los amigos quedan reducidos a esos pocos con los que contarías a la hora de pasar un mal trago porque, sí señor, para eso están los amigos sobre todo, para ayudarte a tragar la hiel poniéndote un poquito de azúcar en forma de hombro y oreja.

Llevas a los últimos puestos de esa lista los lamentos injustificados, a las personas que te roban energía sin aportarte apenas, a quienes te juzgan sin darte la oportunidad de hablar, a quienes derrochan mala leche y actitud negativa contagiosa, a quienes no merecen estar en tu vida porque, como dice un gran amigo que me ha ayudado mucho en los últimos meses: todo el tiempo que no se emplea en amar es tiempo perdido.

La única ventaja de las grandes tragedias personales es que hace que engorde la lista de nimiedades y deja reducidas a unas cuantas las cosas realmente importantes.