Durante el exorcismo, que tuvo lugar hace un mes pero que se conoció este martes, la pequeña Tomomi Maishigi fue atada a una silla y sujeta con la cabeza hacia arriba para aplicarle un ritual budista dirigido a espantar los malos espíritus, que consiste en arrojar agua sobre la cabeza, detalló el diario "Yomiuri" en su edición digital.
La Policía detuvo al padre, Atsushi Maishigi, de 50 años, y al sacerdote Kazuaki Kinoshita, de 56, por la muerte de la pequeña, aunque ambos han rechazado las acusaciones ya que aseguran que sus acciones estaban "encaminadas a exorcizar los malos espíritus" y no a infligirle un abuso físico.
Según fuentes policiales citadas por el "Yomiuri", Tomomi perdió la consciencia durante el ritual, practicado durante la noche del 27 de agosto y, pese a que fue trasladada a un hospital cercano, murió durante la madrugada.
Los dos hombres habían practicado este ritual de la "cascada" de agua en más de 100 ocasiones a la niña desde marzo, para lo que incluso habían habilitado una estancia en un templo donde llevaban a cabo los exorcismos.
Los padres de Tomomi habían acudido al sacerdote preocupados por una enfermedad física y mental que padecía su hija, y éste recomendó iniciar el ritual con el que la pequeña supuestamente se recuperaría una vez fueran expulsado sus "demonios".