Con un ritmo muy calculado y unos capítulos que engatusan al lector gracias a las cartas el tarot, esta pareja creativa nos sitúa ante la desaparición de la Cruz de Caravaca, el robo de una supuesta obra sacrílega de Bacon y un contubernio eclesiástico que procura estirar su poder hasta los últimos escalafones de la propia curia. En ese ambiente se moverá Elías, una especie de detective muy enganchado a una esposa clásica y a un obispo, el de Cartagena, que está en permanente estado de tahúr empresarial, si podemos llamar empresa a la Iglesia Católica. En ese marco, Elías topa con la pelirroja y turbadora L., una mujer criada en un circo, perteneciente a la estirpe de los agotes, capaz de utilizar todos los recursos a su alcance para conseguir los objetivos que se ha propuesto.
Ana Ballabriga y David Zaplana le propinan al lector unos cuantos mazazos, criminales, negros, morales, estéticos, sexuales y hasta de conciencia. Remueven ciertos convencionalismos sociales y hacen que ninguna de sus criaturas pueda sentirse cómoda en ningún momento. El resultado es una novela que nos deja sin resuello, que se mueve por la región de Murcia destapando tramas insospechadas y que, como debe ser tratándose de este género, arroja alguna que otra sorpresa final de magnitudes devastadoras. Hay que abrocharse el cinturón.
‘NINGÚN ESCOCÉS VERDADERO’.Ana Ballabriga y David Zaplana.Amazon Publishing. Luxemburgo 2017.420 págs. 9’50 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 3/2/2017)