Hoy es noticia nacional la protesta de los alumn@s de conservatorios de Andalucía ante la falta de plazas en enseñanzas profesionales para proseguir sus estudios por la vía del sistema público.
No me extraña que esta noticia de ámbito comunitario finalmente haya trascendido a los medios nacionales. Siempre me ha parecido una incongruencia lastimera que alumn@s con talento que tras cuatro años de aprendizaje, dedicación, esfuerzo, etc... se vean privados de una plaza para seguir cursando su itinerario musical por las restricciones que hacen consejerías de educación a la hora de ofertar plazas para cursar el siguiente escalón.
Luego nos quejamos de que los músicos son excesivamente competitivos. El sistema lo propicia: si el propio paradigma establece que para entrar y cada cuatro o seis años deben competir "contra" sus propios compañeros para poder continuar estudiando música, no nos debería extrañar que desperdiciáramos talento o se acabe yendo del país.
Duras pruebas de acceso -por no querer contratar más profesorado- (es cuestión de prioridades y ya vemos cómo se malgasta el dinero público en cuestiones intrascendentes) y la falta de sensibilidad de nuestros polític@s hacia el arte, la educación, la cultura... nos llevan a la primera plana de los informativos que luego dan la imagen de la marca España, la real: la descuidada, la abandonada a su suerte, la de "el que pueda que se lo pague"...
Porque aquí hay mucho potencial en la base. No dejemos que, por la incompetencia de las élites gobernantes, se diluya. No es justo que estos estudiantes se queden sin desarrollar su talento.
Suerte en sus protestas. Animo y unión del sector porque nos afecta a tod@s!