Cuando puse en marcha todo aquel plan solo pretendía devolver cierto equilibrio a nuestras vidas. Abrir puertas a nuestras claustrofóbicas existencias. Aprender a mirar el mundo desde el lado de la luz. Levantar las persianas y abrir las ventanas para que corriera el aire. Luchar contra todo lo que nos había hecho daño durante años mientras el mundo se empeñaba en mirar hacia otro lado.
Por el camino la había amado, porque el amor es la fuerza que mueve el mundo. Porque la auténtica revolución está en querer a pesar de las circunstancias. Porque solo se sana cuando el amor es más poderoso que el odio y entonces inclina la balanza hacia su lado
La trama sin spoilerCamila y Nora cruzan sus caminos en momentos cruciales de sus vidas. Son dos mujeres fuertes, luchadoras, de generaciones y vidas muy distintas porque se llevan veinte años (tienen 45 y 25 respectivamente), pero con muchas cosas en común: ambas están malheridas, destrozadas, han sido usadas y tiradas por hombres, son mujeres dañadas que en un momento dado deciden salir a flote, resurgir de las cenizas cual ave Fénix y enfrentarse a todo, a ellos, sin piedad, sin compasión.
Nora era un animal salvaje en busca de su guarida y yo buscaba la salida desesperadamente; y en mitad de ese camino, nos encontramos las dos.
Camila es bibliotecaria (me encantan las bibliotecarias, son buena gente ¿verdad? jeje) y está casada con Fausto, un capullo integral que lleva tiempo acostándose con otras, e implicándola sin saberlo ella, en la mayoría de sus chanchullos empresariales ayudado por otro mal bicho, su abogado Bruno Simancas. Camila descubre la infidelidad de Fausto, decide divorciarse y recibe sorprendentemente una oferta económica más que generosa por parte de su marido, una oferta que huele a gato encerrado, que huele a desviar la atención hacia otro lado. Tienen una hija de veinte años, que influenciada y comida el coco por su padre, la culpa del fracaso matrimonial solo a ella.
Entonces es cuando aparece Nora, que lleva más de una década ideando su particular venganza del violador, ansía vengarse del profesor de instituto que la violó cuando tenía quince años y le destrozó la vida. Siguiéndole el rastro, Nora acaba de llegar a Alicante con las ideas muy claras, sabe que ha llegado la hora, su hora.
Llevo diez años esperando este momento. Toda una década con un solo pensamiento en mi cabeza dando vueltas. Hubo un momento en el que creí que me iba a volver loca. No era capaz de cerrar los ojos porque su cara aparecía en la oscuridad de mis pensamientos. Olía su perfume por todas partes y no sería capaz de reproducirte la repulsión que me produjo sentir su aliento en mi cuello, en mi pelo, en mi boca... Ahora ya casi ha acabado todo, por fin. La pesadilla está a punto de terminar.
Camila y Nora, se ayudan la una a la otra, se apoyan, comparten sus secretos, sus miedos, y surge entre ellas una relación muy bonita y especial. Hay tres voces narrativas, herramienta que me parece un acierto desde el punto de vista literario, por una parte Camila y Nora nos cuentan en primera persona lo que les pasa y lo que sienten y por otro lado, un narrador omnisciente también nos da su punto de vista visualizando las cosas desde fuera.
No es verdad que la venganza deba servirse fría, Nora —me dijo un día—. Más bien es un helado al que hay que sacar del congelador en el momento justo en el que le vamos a dar los lametazos, para que no se nos derrita en las manos y poder así disfrutar del manjar sin prisa pero sin pausa.
Los puntos fuertes de la novela
Buena comunicadora, un alma feministaNo tengo duda de que Paz Castelló es una muy buena comunicadora y más después de haberla leído. De hecho, he sabido que recibió en 2019 el Premio de la comunicación "Un soplo de aire" por contribuir a poner en valor el papel de la mujer en los medios. Ha sido periodista radiofónica (empezó en la Cadena SER Radio Alicante presentando Los 40 Principales; fue la voz en Alicante de las mañanas en Onda Cero Alicante y de Radio 9) y ha dedicado toda su vida profesional, más de tres décadas, a la comunicación, en ámbitos diversos.
Todo esto se nota, se percibe en esta historia. Además, parece que toda su obra está muy marcada por una línea feminista que reflexiona sobre la situación de las mujeres, y “Ninguna de nosotras tendrá compasión” no ha sido la excepción.
Una prosa brillanteHe leído que la autora dice ser una “asesina en serie con alma de poeta" respecto a su faceta de escritora. Lo del alma de poeta no me ha extrañado, porque realmente su prosa es una delicia, es brillante, escribe muy bien, y eso sí que ha sido todo un descubrimiento, no me lo esperaba.
No somos conscientes de que la vida nos puede agitar con fuerza en un solo segundo, como a una bebida gaseosa, y de que podemos necesitar mucho más tiempo para que todo vuelva a serenarse por dentro antes de abrir la lengüeta sin riesgo a desbordarnos.Una novela que lo tiene todoDe esta novela me ha gustado todo, porque lo tiene todo. En este thriller psicológico-domestic noire hay asesinatos, mucha intriga, una venganza cocinada a fuego lento y servida fría, muy fría, hay amistad de la buena, amor, sexualidad y sensualidad contada con mucha delicadeza, solidaridad entre mujeres que se empoderan juntas, que se hartan de que los hombres las usen y emprenden el camino del resurgimiento.
Y lo que más me ha gustado, hay visibilidad y sonoridad. Paz Castelló visibiliza a todas esas personas “invisibles” que terminan en las calles por distintas circunstancias de la vida, y también a las mujeres que han sufrido o sufren acoso, en el plano sexual o no sexual, y a las víctimas de violaciones que por desgracia no son amparadas como se merecen por la justicia. Pero también es cierto que aquí no nos encontramos con mujeres rabiosas que idean venganzas extremadamente crueles, sangrientas o violentas, no es el caso. Aunque al final y debido a diversas circunstancias, algo de violencia y sangre sí que hay.
Hacía mucho tiempo que había decidido no volver a sentirme nunca más como una víctima. Tras mi violación, a la culpa le había seguido una honda sensación de insatisfacción. Durante años, si miraba dentro de mí, veía un pozo profundo del que no era capaz de vislumbrar el fondo. Estaba hueca, pero lejos de estar vacía, al pozo parecía caberle una insaciable frustración. Todo lo que caía dentro lo devoraba. Si en algún momento atisbaba algo de luz, el agujero negro la apagaba al instante. Tenía miedo, me sentía sola y parecía haberme tatuado en el alma la palabra «víctima».
Personajes buenos e interesantesLos personajes principales son muy buenos e interesantes, sobre todo los femeninos, aunque hay uno masculino que me ha parecido también especial y que me gustaría resaltar, el de Virgilio Bosko, un indigente, catedrático de literatura en el pasado, que lo perdió todo por su locura. Un enfermo mental que duerme en un cajero automático y que se refugia durante el día en la biblioteca publica donde trabaja Camila, al calor de los libros. Virgilio es un enamorado de los libros y de la bibliotecaria, la vigila en la sombra, la espía con disimulo. Pero Virgilio solo es un hombre bueno, que quiere protegerla, proteger esa relación tan especial que hay entre ellos.
Cerró los ojos unos instantes e inspiró profundamente. Retuvo en sus pulmones el aroma a libro, a papel impreso, a sabiduría, a infinitas historias. Era sin duda su perfume preferido.
Un final a la alturaEl broche final de la novela me ha flipado, la autora ha conseguido cerrarlo todo muy bien, dejarlo todo bien atado, manteniendo la intriga y el interés hasta el final. Ha conseguido a mi parecer, una historia redonda, porque está claro y creo que estaréis de acuerdo conmigo en que si los finales no son redondos, las historias no son redondas.
Resumiendo: "Ninguna de nosotras tendrá compasión” es un homenaje a la amistad, al poder sanador del amor, a las segundas oportunidades, también a la lectura y a los libros, a la solidaridad con los “sin techo” y con los enfermos mentales. También es una historia de amor, o más bien de muchos amores, algunos correspondidos, otros no tanto, amores entre amigas, entre mujeres, entre hombres y mujeres, entre madres e hijas.
Sabía que la felicidad no era otra cosa que vivir sin miedo.He disfrutado mucho leyendo esta novela, os la recomiendo, merece la pena descubrir a esta autora. Mi nota es la máxima: