Tortugas ninja humanoides, adolescentes, divertidas y engullidoras de pizza. Michelangelo, Rafael, Donatello y Leonardo. Se trata de cuatro míticos personajes que tuvieron su estrellato en el siglo pasado (suena duro), pero no me negarán que conservan todo el potencial del mundo para conectar con los niños del presente y puede que del futuro. Esa es la idea que a buen seguro habrá impulsado el reboot de la franquicia y la nostalgia de un servidor en forma de vocecilla interior diciéndome “qué narices…”, la que lo ha guiado a ver esta maxiproducción con mayores pretensiones de las debidas. Comprendan que para quien bastante ha visto llover desde que jugara de niño con los muñecos tortugosos y disfrutado sus alter egos en videojuego o cómic, era una tentación mayor que el sentido común.
Con todo lo expuesto, si te pueden las coreografias espectaculares y los efectos que hacen ver a los populares héroes en tres dimensiones y casi de carne (verde) y hueso, o eres accionista de la marca, es posible que seas capaz de sobreponerte al estupor ante la falta de sesera grandilocuente que pretende tomarse en serio a sí misma con el demérito de “imbecilizar” aquello que ya de por sí era infantil y sencillito, y que no veas innecesaria esta revisión. ¡Cowabunga! Y leña al malo que es de goma.
Dirección: Jonathan Liebesman. Título original: Teenage Mutant Ninja Turtles. AKA: Las Tortugas Ninja / TMNT. Duración: 101 min. Género: Acción, fantástico. Intérpretes: Megan Fox (April O’Neil), Alan Ritchson (Rafael), Noel Fisher (Michelangelo), Jeremy Howard (Donatello), Will Arnett (Vern), Danny Woodburn (Splinter), Pete Ploszek (Leonardo), William Fichtner (Eric Sacks). Guión: Josh Appelbaum, André Nemec y Evan Daugherty; basado en los personajes creados por Kevin Eastman y Peter Laird. Producción: Michael Bay, Andrew Form, Bradley Fuller, Scott Mednick y Galen Walker. Fotografía: Lula Carvalho. Diseño de producción: Neil Spisak. Vestuario: Sarah Edwards.