Ser madre es una experiencia única, repleta de retos y también de recompensas. No es tarea fácil, y menos aún en una sociedad que nos hace pensar que para ser buena madre hay que hacer que el bebé escuche a Mozart en el útero, apuntar al bebé a clases de yoga y enseñarle a usar lenguaje de signos a los seis meses de edad. La tecnología es muy útil, pero creo que nos hemos pasado un poco en cuanto a intentar dirigir la educación y el ocio de nuestros hijos para crear pequeños genios. He observado que mis hijas a menudo se divierten más con una caja de cartón que con una video consola, o imaginando que una piedra es un muñeco que jugando con una muñeca que camina, habla y hace pipí.Pienso que cuanto menos haga un juguete, más hará la imaginación de un niño. Por eso escribí Niño creativo, niño feliz, basado en el concepto de volver a lo que hacía mi abuela conmigo y con mi hermana, que era permitir que tuviéramos tiempo libre – tiempo para ser niñas , tiempo para hacer manualidades e inventar cosas. Es un libro muy breve cuyas sugerencias me han ayudado a disfrutar del tiempo con mis hijas sin necesidad de apuntarlas a clases que no me podía permitir, y a conseguir que disfruten desarrollando su creatividad. Espero que lo disfrutes.Para descargarte y leer las primeras páginas de Niño creativo, niño feliz, pincha aquí. Para saber más de mis libros: www.lorrainecladish.comSi te gusta este blog, añádete a mi página de Facebook.