Niño estrella de Claire A. Nivola. Editorial Juventud, Colección Álbumes Ilustrados (Crecer en Valores), 2015. 1ª edición. Cartoné, 18 x 21,5 cm., 40 pp., 13 euros.
Por José R. Cortés Criado.
El niño estrella miraba la Tierra desde muy lejos, en el cielo y añoraba ir al planeta para ver cómo es, pero los mayores lo desaconsejaban porque el niño es etéreo, invisible y eterno y para visitar el planeta Tierra ha de nacer como un niño humano.
Como seguía insistiendo, le explican su proceso evolutivo una vez sea niño; deberá aprender a usar su nuevo cuerpo, mover sus extremidades, caminar, correr, hablar, aprender a vivir, detectar sonidos y colores, otros seres vivos, en ese mundo donde todo cambia y se mantiene, se transforma...
Los mayores narran todo el proceso evolutivo de una persona, su infancia, adolescencia, juventud y madurez, lo mucho que ha de aprender, lo que sentirá frente a la alegría, el miedo, la tristeza, la fascinación, la satisfacción...
Y que al final de esa larga vida deberá regresar a las estrellas aunque no quisiese abandonar tan cambiante planeta, porque ese será su destino final.
A pesar de saber que regresaría a sus orígenes insistió en vivir la experiencia y ninguno de los mayores se lo pudo negar, porque ellos ya pasaron por esa misma experiencia.
Se trata de un libro precioso sobre el origen y destino del hombre lleno de magia y lirismo que se amplía con las creativas imágenes que complementan los breves texto.
Para las imágenes Claire Nivola recurre a múltiples detalles coloristas para las láminas, en varias de ellas hace uso de pequeños trazos propios de los pintores impresionistas, y en todas ellas destacan los colores que los dotan de vida propia.
La autora hace un recorrido por el río de la vida y su evolución temporal tal como la tendemos en nuestro planeta y añade otra existencia más allá del cielo donde el ser humano se traslada al final de sus días para vivir entre planetas, satélites y polvo cósmico.